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Fundación e historia del Cuerpo de Meteorólogos y Auxiliares de Meteorología

6 - 8 minutos

La gran mayoría del personal que trabaja actualmente en la Agencia Estatal de Meteorología son funcionarios de los Cuerpos de Meteorólogos, Diplomados de Meteorología y Observadores de Meteorología del Estado. El tercero de ellos es el más numeroso pero los dos primeros son los más antiguos, datan de un Real Decreto del 7 de febrero de 1913.

La organización de cuerpos del Estado en España se inició en el siglo XVI con la creación de cuerpos de pilotos, cosmógrafos o artilleros como funcionarios pagados por la corona, y fue progresando con la institución de otros cuerpos en los siglos siguientes. La implantación del Estado liberal y el desarrollo de muchas actividades científicas y técnicas dio un nuevo impulso a la creación de cuerpos especializados a final del siglo XIX y principios del XX, y uno de ellos fue el de Meteorólogos y Auxiliares de Meteorología en 1913.

A la fundación en 1887 del Instituto Central Meteorológico (ICM), la actual Agencia Estatal de Meteorología, le había sucedió un período de escasa atención por parte de la administración y una cesión de recursos muy inferior a lo que necesitaba para desarrollar su trabajo, a pesar de las frecuentes quejas y solicitudes de mayor atención por parte de su primer director, Augusto Arcimis. Esta situación empezó a cambiar a partir de 1910. Una serie de circunstancias externas, como la aparición de la aviación como usuario importantísimo del servicio meteorológico y otras internas, catalizadas en buena parte por la incansable actividad del segundo director, José Galbis, trajeron por fin consigo la obtención del apoyo y los recursos que necesitaba para afrontar las nuevas tareas.

Las nuevas actividades emprendidas requerían, más que nunca, el aumento del personal y su profesionalización, para lo que se necesitaban decisiones administrativas.

El progreso de las instituciones científico-técnicas depende en gran medida del apoyo que reciban de la Administración, pero Galbis contaba con la colaboración decidida de su superior don Ángel Galarza, director del Instituto Geográfico y muy interesado también en el desarrollo de la meteorología. Todo ello cristalizó en la publicación del Real Decreto de 7 de febrero de 1913, de creación del Cuerpo de Meteorólogos y Auxiliares de Meteorología a propuesta del Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Antonio López Muñoz, y sancionado por Alfonso XIII. Se publicó en la Gaceta de Madrid del 9 de febrero.

 

 

La Exposición en la Gaceta mencionaba varios motivos para la creación del Cuerpo y, como puede leerse en el preámbulo, uno de los principales era la creación ya aprobada del observatorio de Izaña en Tenerife. Se trataba de la segunda dependencia del ICM después del Observatorio de El Retiro, pero situada a 2000 kilómetros de distancia y a 2360 metros sobre el nivel del mar. El Artículo 11 del Decreto estipulaba que “el destino a Canarias, cuando no se presenten voluntarios, será obligatorio por un período de tres años, para todos los individuos del Cuerpo, de menor a mayor antigüedad”.

Se trataba en realidad de un solo Cuerpo con dos categorías. El ingreso solo podía realizarse como Auxiliar, mediante concurso entre el Cuerpo de Topógrafos u oposición en caso de no cubrirse las vacantes.  Solo podían ascender a Meteorólogos los Auxiliares con más de cinco años de antigüedad, si reunían ciertos requisitos académicos y con la aprobación de una memoria científica que debían presentar. Sin embargo, el artículo 3º del Real Decreto aplicó una excepción: “El Ayudante y Auxiliares del Observatorio Central Meteorológico, pasarán a la categoría de Meteorólogos por orden de antigüedad”. Eran estos Nicolás Sama, que había ingresado como ayudante de Arcimis, el primer director, en 1897, y los dos contratados por oposición en 1908, Hilario Alonso y Francisco del Junco. Los tres ascendieron directamente a meteorólogos y fueron los tres primeros miembros del Cuerpo.  

 25 de marzo de 1912: el director del ICM, don José Galbis posa en la sede de El Retiro junto al importante visitante alemán Hugo Hergesell y varios colaboradores. Nicolas Sama e Hilario Alonso (1º y 2º por la izquierda) y Francisco del Junco (2º por la derecha) se convertirían el año siguiente en los tres primeros miembros del Cuerpo de Meteorólogos y Auxiliares de Meteorología.

Enseguida se publicó un concurso para seis plazas de auxiliares y tres de ellas fueron cubiertas dos meses después de publicarse el Real Decreto por Esteban Ontañón, Miguel Botella y Salvador García Cerón, con la obligación de desplazarse a Tenerife cuando se abriera el nuevo observatorio de Izaña, lo que tuvo que esperar hasta 1916.

  Observatorio de Izaña poco después de su inauguración en 1916

El crecimiento del Cuerpo fue lento en los primeros años, hasta 1920 no pasó de 15 miembros. El primero de los nuevos Auxiliares que ascendió a Meteorólogo fue Rafael Marín que entró por oposición en 1914 y ascendió en 1920. Pero ese año se publicó un nuevo Reglamento del Servicio, todavía inspirado por Galbis, antes de ser reemplazado en la Jefatura el año siguiente. Se proyectaba un despliegue territorial del Servicio Meteorológico Español (SME), como ya se llamaba entonces, con observatorios y centros propios. Era necesario un aumento importante del personal y en la oposición de 1921 ingresaron 21 Auxiliares. Entre ellos estaban algunos de los meteorólogos más importantes del siglo pasado en España: Duperier, Doporto, Morán, Lorente…-

 Parte del personal de SME circa 1927. Nicolás Sama es el 3º por la izquierda de los sentados y Francisco del Junco el 2º por la derecha. Hilario Alonso está de pie encima de Junco. Los tres serían directores del Servicio en la década siguiente. Al lado de Alonso asoma Francisco Morán, entonces todavía Auxiliar. Al estallar la Guerra estaban en plantilla 20 meteorólogos y unos 40 Auxiliares.

El Cuerpo de Meteorólogos y Auxiliares mantuvo sus normas de ingreso originales hasta 1940 aunque los requisitos académicos se incrementaron hasta exigir la licenciatura en ciencias para ascender a Meteorólogo. El reglamento de 1940 escindió el cuerpo en dos: el de meteorólogos, que mantiene actualmente esa denominación, con el añadido más reciente “del Estado” y el de Auxiliares que pasaron a denominarse “Ayudantes de Meteorología” después de la Guerra Civil y luego “Diplomados de Meteorología del Estado”. La primera oposición libre al Cuerpo de Meteorólogos, es decir, sin el requisito de ser previamente Auxiliar, se realizó en 1942. Sin embargo, el paso de un cuerpo a otro mediante antigüedad y memoria (conocido festivamente por los funcionarios como “ascenso adiabático”) se mantuvo como procedimiento paralelo hasta 1980. A partir de entonces y en aplicación de la legislación general de funcionarios comenzaron a convocarse de forma regular oposiciones libres y de promoción interna.

La plantilla llego a alcanzar unos 240 meteorólogos y 350 ayudantes a final del siglo XX. Desde entonces ha ido decreciendo paulatinamente. Actualmente están en activo aproximadamente 190 y 270 miembros del Cuerpo original creado el 7 de febrero de 1913.

Fuente: Autor: Manuel Palomares