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Tierra

  • Así quedaría la Tierra si se secara el agua de todos los océanos

    Un colaborador de la NASA ha creado una animación que muestra cómo se vería la Tierra sin agua.

  • Cuidando la Tierra desde el espacio

    Los datos de satélite permiten a los científicos observar la evolución de los incendios. Joshua Stevens / NASA Earth Observatory

    El último censo elaborado por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior contabiliza 2.321 satélites artificiales operativos que orbitan alrededor de la Tierra en la actualidad. De ellos, 1.918 se encuentran entre los 200 y 1.200 km de altitud (en órbita baja terrestre o LEO) y el resto, a 35.000 km de altitud (en órbita geoestacionaria).

    Existen satélites artificiales para realizar comunicaciones de teléfonos, televisión y transferencia de datos. Satélites que asisten a la navegación y posicionamiento. Satélites para el estudio del espacio y el universo, y satélites de observación de la Tierra, diseñados para monitorear y comprender los componentes clave del sistema Tierra y sus interacciones, a través de observaciones globales a largo plazo.

    Nuestro planeta, desde el cosmos

    Las técnicas de teledetección realizan el tratamiento y análisis de las imágenes, y los datos tomados desde estos satélites. Esta tecnología permite así estudiar los procesos que ocurren en la superficie terrestre, las masas de aguas continentales, los océanos, la cobertura vegetal, los glaciares, la atmósfera, y hasta el interior de la Tierra, fundamental para comprender los cambios que se observan en el medio y proponer medidas realistas y eficaces contra la degradación y contaminación ambiental.

    Toda esa información recabada sirve como base para tomar decisiones en la gestión eficiente de los recursos y la planificación en diversos ámbitos: geología y minería, riesgos naturales, agricultura, bosques y espacios naturales, meteorología y climatología u ordenación del territorio, entre otros.

    En los últimos años, las tecnologías de observación de la Tierra han experimentado un desarrollo espectacular debido al lanzamiento de nuevas misiones y a la extensa oferta de imágenes captadas por multitud de sistemas (en muchos de libre adquisición y distribución) a diferentes escalas y resoluciones. Además, estos datos cada vez se integran mejor con los sistemas de geolocalización y cartografía digital denominados Sistemas de Información Geográfica.

    Imagen térmica del satélite Landsat-8 (NASA- USGS), correspondiente al 1 de marzo de 2017, donde se observa la pluma de descarga de las aguas continentales hacia el mar Mediterráneo en el Delta del Ebro. Francisco Carreño, Author provided

    Las misiones y satélites más destacados

    Existen varios programas internacionales de observación y monitorización de la Tierra, tanto de administraciones públicas como de corporaciones privadas. Estos comprenden una serie de misiones de satélites artificiales y de instrumentales científicos en la órbita terrestre, diseñados para realizar observaciones periódicas de su superficie.

    Los dos programas de observación de la Tierra más importantes, por la cobertura global de sus imágenes y la posibilidad de acceder y descargar gratuitamente por cualquier usuario, son:

    • El Sistema de Observación de la Tierra (su acrónimo en inglés es EOS) de la NASA. Concebido en la década de 1980, comenzó a tomar forma a principios de los años 90, y ahora cuenta con la red de satélites más importante diseñados para la observación continua y precisa de la superficie terrestre, biósfera, atmósfera, y océanos de la Tierra.
    • El programa Copérnico. Liderado por la Comisión Europea (CE) en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), cuenta con más de 30 satélites. Proporcionan información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana.

    La principal ventaja de estos sistemas es la capacidad de los satélites para obtener imágenes en diferentes regiones del espectro electromagnético (visible, infrarrojo, infrarrojo térmico, microondas).

    Además del espectro visible, que solo ocupa una pequeña franja de todo el conjunto espectral, en estas imágenes se puede analizar la respuesta de los componentes de la naturaleza (vegetación, agua, suelo, etc.) en otras regiones del espectro para caracterizar y cuantificar sus propiedades.

    Vigilando la Tierra desde los años 70

    Los satélites de observación de la Tierra monitorizan de modo sistemático y exhaustivo toda la cobertura de la superficie terrestre llegando a zonas remotas y de difícil acceso como el Ártico o los grandes desiertos.

    Desde los años 70, estos satélites proporcionan los datos e imágenes con los que se han podido observar diferentes procesos ambientales como los siguientes:

    • La extensión y características del hielo en los polos y los glaciares.
    • La sobreexplotación de los acuíferos.
    • La evolución de las masas forestales y la deforestación del Amazonas.
    • El rendimiento y enfermedades de los cultivos.
    • La contaminación en los mares, ríos, embalses y humedales.
    • El nivel del mar y la erosión costera.
    • La evolución de la concentración de CO₂ en la atmósfera y la contaminación del aire.

    Imagen del satélite Landsat-8 (NASA-USGS) de una zona de Utah (EE. UU.) procesada en falso color para identificar diferentes materiales geológicos. Francisco Carreño, Author provided

    La iniciativa española PAZ

    España cuenta con la misión PAZ que es un proyecto del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS), cuyo segmento terreno es propiedad del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

    PAZ cuenta con la tecnología más avanzada en sistemas de teledetección con radar SAR. La ventaja de los sistemas radar SAR es que emiten su propia fuente de iluminación de microondas, por lo que no se ven afectados por las condiciones de luz (día o noche). Además, pueden obtener imágenes en condiciones de cobertura nubosa, complementando la información que se obtienen con los satélites con sensores ópticos o hiperespectrales.

    Las características de estos sistemas hacen que tengan aplicaciones en el ámbito de la hidrología, la agricultura, el estudio de zonas inundadas o la ordenación del territorio.

    Imagen del satélite radar SAR Sentinel-1 del programa europeo Copérnico del 13 de abril de 2018, correspondiente a la zona de Novillas–Pradilla, donde se pueden observar las tierras inundadas en el valle del río Ebro. Carreño y Mata, 2019, Author provided

    La constelación de satélites de observación de la Tierra es la tecnología que permitirá seguir avanzando en el desarrollo de nuevas estrategias eficaces contra la degradación ambiental y realizar una correcta gestión de los recursos naturales para continuar disfrutando de nuestro maravilloso (y misterioso) planeta.

     

    Fuente: Por Francisco Carreño Conde

     

     

  • El geocentro de la Tierra está cambiando

    Crédito: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA Katie Jepson (KBRwyle): Productora principal, editora y narradora Trent L. Schindler (USRA): Visualizador principal Stephen Merkowitz (NASA/GSFC): Científico principal Música: Kinda Frantic de Steve Rucker, Universal Production Music. 

    El geocentro de la Tierra está cambiando, ¿por qué es importante?

    La base de prácticamente todas las observaciones de la Tierra desde el aire, el espacio y la tierra es el TRF (Marco de Referencia Terrestre). El TRF se basa en un cálculo preciso del geocentro de la Tierra (el centro de masa de la Tierra). Sin embargo, una de las complicaciones es que el geocentro cambia constantemente con respecto a la superficie de la Tierra. Utilizando una red de estaciones terrestres equipadas con telescopios y láseres que disparan pulsos a satélites específicos, los científicos pueden calcular dónde se encuentra el geocentro de la Tierra en cualquier momento con una precisión de unos pocos milímetros para asegurar que nuestras observaciones de la Tierra son precisas.

     

    Para más información sobre las directrices de la NASA para los medios de comunicación, visite:

    https://www.nasa.gov/multimedia/guidelines/index.html Si le ha gustado este vídeo, suscríbase al canal de YouTube de la NASA Goddard: https://www.youtube.com/NASAGoddard Siga al Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA - Instagram http://www.instagram.com/nasagoddard - Twitter http://twitter.com/NASAGoddard - Twitter http://twitter.com/NASAGoddardPix - Facebook: http://www.facebook.com/NASAGoddard - Flickr http://www.flickr.com/photos/gsfc.

    Fuente: 

  • La campaña de nieve de la NASA concluye para el 2021

    8 - 10 minutos

    Isis Brangers, estudiante de doctorado de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), examina los cristales de nieve cerca de Stanley, Idaho.Créditos: Cortesía de HP Marshall, Boise State University

    A medida que se derriten las últimas nieves, los equipos de SnowEx de la NASA recogen las raquetas, los esquís y los instrumentos científicos que han utilizado durante todo el invierno para estudiar la nieve en las montañas y las praderas. Ahora, están dirigiendo su atención a un tipo diferente de montaña,  la de todos los datos que recogieron.

    Este año, los equipos de SnowEx realizaron mediciones de la nieve en seis lugares del oeste de Estados Unidos, sobre el terreno y con drones y aviones que sobrevolaban la zona. Esta información ayudará a los científicos a determinar la cantidad de agua que contiene el manto de nieve invernal, lo cual es crucial para la gestión de los recursos hídricos para el consumo, la agricultura, la energía hidroeléctrica, la previsión de inundaciones, la gestión de sequías e incendios forestales y mucho más.

    Además de estudiar la nieve, los investigadores de SnowEx también están evaluando la precisión con la que diversas técnicas pueden medir la nieve en diferentes entornos. En el futuro, la NASA espera lanzar un satélite dedicado a estudiar la nieve -y el agua que almacena- desde el espacio, con el fin de comprender cómo los cambios en el manto de nieve afectan a las sequías, los incendios forestales, etc. Uno de los principales objetivos de la campaña SnowEx, que durará varios años, es averiguar qué instrumentos pueden ser los más adecuados para esta tarea.

     

    Ella Bump, estudiante de posgrado de la Universidad Estatal de Colorado, examina los cristales de nieve dentro de un pozo de nieve cerca de Cameron Pass, Colorado. Créditos: Cortesía de Dan McGrath, Universidad Estatal de Colorado

    " No vamos a resolver el problema de la vigilancia de la nieve desde el espacio con una sola tecnología", afirma HP Marshall, profesor asociado de la Universidad Estatal de Boise y co-científico del proyecto SnowEx 2021. "Una gran parte de SnowEx es averiguar la mejor manera de combinar el trabajo de campo, la teledetección y la modelización en un solo marco".

    En 2020, la campaña SnowEx se interrumpió debido a la pandemia COVID-19 y el equipo no pudo terminar sus experimentos aéreos. Para 2021, el equipo científico tenía tres objetivos principales: llevar a cabo una serie temporal de observaciones de Radar de Apertura Sintética Interferométrica (InSAR) de banda L en diversas condiciones de nieve, medir la reflectividad de la superficie de la nieve y estudiar la distribución de la nieve en un paisaje de pradera.

    Un avión Gulf Stream 3, que transportaba el instrumento UAVSAR (Uninhabited Aerial Vehicle Synthetic Aperture Radar) del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, sobrevoló siete lugares de Colorado, Utah, Idaho y Montana desde mediados de enero hasta finales de marzo. El UAVSAR es un InSAR de banda L, un tipo especial de radar, que SnowEx utiliza para medir los cambios en la masa del manto de nieve.

    Randall Bonnell y Lucas Zeller, estudiantes de posgrado de la Universidad Estatal de Colorado, recogen una muestra de núcleo de agua nevada en el sitio de Cameron Pass, Colorado.Créditos: Cortesía de Dan McGrath, Universidad Estatal de Colorado

    La masa del manto de nieve puede cambiar de forma drástica de un vuelo UAVSAR a otro. Por ejemplo, una gran tormenta de nieve puede arrojar grandes cantidades de nieve en una zona durante un corto período de tiempo. Parte de la nieve puede derretirse o sublimarse, saltando la fase líquida y pasando directamente de sólido a gas. También puede ser redistribuida por los vientos fuertes.

    El equipo de SnowEx está probando la capacidad del sensor UAVSAR para detectar estos diferentes cambios en la masa de nieve. La suma de los cambios en la masa de nieve a lo largo de la temporada invernal ayudará al equipo a calcular la cantidad de agua almacenada en el manto de nieve estacional, o equivalente de agua de nieve (SWE). "Con el UAVSAR, lo que buscamos es el cambio en el SWE de un vuelo a otro", dijo Carrie Vuyovich, científica principal de la nieve para el Programa de Hidrología Terrestre de la NASA, en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.

    Programado para 2022, la NASA y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) planean lanzar el satélite NISAR para estudiar los cambios en la superficie de la Tierra desde el espacio. El NISAR llevará un instrumento de radar de banda L similar al UAVSAR, y el equipo de SnowEx está probando cómo pueden utilizar las observaciones del NISAR para estudiar la nieve.

    Ella Bump, estudiante de posgrado de la Universidad Estatal de Colorado, examina los cristales de nieve dentro de un pozo de nieve cerca de Cameron Pass, Colorado. Créditos: Cortesía de Dan McGrath, Universidad Estatal de Colorado

    Mientras los aviones sobrevolaban la zona, los científicos recogían datos sobre el terreno. Midieron las características de la nieve, como su profundidad y densidad, el tamaño de los granos de nieve, la temperatura, el grado de reflexión de la superficie de la nieve y la cantidad de hielo, nieve o agua líquida que hay en el manto de nieve. El equipo tomó estas mediciones en pozos de nieve, agujeros del tamaño de un coche excavados en la nieve. Desde el interior de los pozos, los científicos tomaron muestras a diferentes profundidades para ver cómo variaban las características del manto de nieve de una capa a otra.

    Los observadores de SnowEx también midieron el manto de nieve con herramientas de teledetección terrestre similares a las utilizadas desde el aire y el espacio. Los datos recogidos durante la SnowEx están a disposición del público en el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo; cada mes se publican más conjuntos de datos a medida que los científicos de todo el país terminan de procesar cada uno de los conjuntos de datos en bruto y los comprueban detenidamente en busca de errores.

    Lucas Zeller, estudiante de posgrado de la Universidad Estatal de Colorado, mide la nieve acumulada en un intervalo de tablero en Cameron Pass, Colorado. Créditos: Cortesía de Dan McGrath, Universidad Estatal de Colorado

    Los científicos con raquetas de nieve o esquís también utilizaron espectrómetros de mano para medir el albedo, es decir, el grado de luminosidad y reflexión de la superficie de la nieve. El albedo desempeña un papel muy importante en la rapidez con la que se derrite la nieve. Depende de una serie de factores, como el tamaño y la forma de cada uno de los cristales de nieve, la cantidad de nieve que ya se ha derretido y las impurezas, como el polvo, que hay sobre la nieve.

    Desde el aire, los investigadores midieron el albedo con el instrumento Airborne Visible / Infrared Imaging Spectrometer (AVIRIS) Next Generation del Jet Propulsion Laboratory de la NASA. La comparación de las mediciones efectuadas desde el aire y desde el suelo ayudará a los científicos a determinar cómo contribuyen los distintos factores al albedo de la nieve.

    Este año, el equipo de SnowEx ha añadido un emplazamiento en una pradera de Montana para comprender las nevadas en estos paisajes expuestos. Créditos: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA/Estudio de Visualización Científica.

    Este vídeo puede compartirse y descargarse aquí.

    Este año, SnowEx añadió un emplazamiento en una pradera, que es un paisaje importante pero poco estudiado cuando se trata de la ciencia de la nieve. Aunque la cantidad de nieve en las praderas es mucho menor que la que cae en las montañas, "un gran porcentaje de la Tierra cubierta de nieve se considera una pradera. La nieve en esas zonas es importante para la agricultura y contribuye a las inundaciones", explica Vuyovich.

    Estos paisajes expuestos suelen tener vientos fuertes que mueven la nieve de una zona a otra, formando profundos ventisqueros en algunas zonas y dejando sólo una ligera capa de nieve en otras. Debido a estas variaciones, el equipo de SnowEx quería comprobar la eficacia de la teledetección para detectar estos grandes cambios en la capa de nieve en distancias cortas.

    Las praderascubiertas de nieve pueden parecer planas desde arriba, pero la nieve en el suelo, a menudo, es arrastrada por el viento de tal manera que forma ventisqueros en algunas zonas y deja otros lugares con sólo una fina capa de polvo. Créditos: Cortesía de Eric Sproles, Universidad Estatal de Montana

    Todos los experimentos se desarrollaron sin problemas a pesar de la pandemia, dijo Marshall. "Siempre hay desafíos", dijo, citando los riesgos de hipotermia, avalanchas y condiciones peligrosas de la carretera. "Pero el COVID supuso un gran reto adicional al que no estábamos acostumbrados a enfrentarnos". Para garantizar la seguridad de todos, el equipo puso en práctica pruebas rutinarias de COVID-19, máscaras, protocolos de distanciamiento social y limitación de pasajeros en los vehículos.

    Los equipos de SnowEx también contrataron a científicos locales especialistas en nieve para que ayudaran a recopilar datos sobre el terreno. "Estos equipos fueron totalmente decisivos para que esta campaña fuera un éxito", dijo Vuyovich. "Sólo así pudimos continuar con SnowEx este invierno".

    Tras un exitoso invierno en el campo, el equipo de SnowEx está cambiando su actividad, pasando de las raquetas de nieve y los espectrómetros a los equipos portátiles y a los ordenadores de gran potencia. A mediados de julio, 90 miembros de la comunidad participarán en un maratón de una semana de duración, en el que se impartirán tutoriales para trabajar con los datos de SnowEx y se llevarán a cabo proyectos de grupo para crear software de análisis de los grandes conjuntos de datos.  El próximo invierno, el equipo de SnowEx tiene previsto realizar experimentos en la tundra de Alaska y en el bosque boreal. El análisis de datos completo, con la participación de una comunidad más amplia, continuará en el futuro.

    Randall Bonnell (izquierda), estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Colorado, y Lucas Zeller (derecha), estudiante de máster en la Universidad Estatal de Colorado, tiran del trineo GPR en Cameron Pass, Colorado. Crédito de la imagen del encabezado: Cortesía de Alex Olsen Mikitowicz.

     Fuente:  Por Sofie Bates. Equipo de Noticias de Ciencias de la Tierra de la NASA Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Editor: Sofie Bates

     

     

     

     

     

     

  • La NASA y los huracanes: Cinco ideas interesantes

     5 - 7 minutos

     La temporada de huracanes del Atlántico de 2021 comienza el 1 de junio. Nuestros colegas de la NOAA prevén otra temporada activa, con un número de tormentas renombradas superior a la media. En la NASA, estamos desarrollando nuevas tecnologías y misiones para estudiar la formación de tormentas y sus impactos, incluyendo formas de entender la Tierra como un sistema.

    El nuevo Observatorio de la NASA para el Sistema Terrestre guiará los esfuerzos relacionados con el cambio climático, la mitigación de desastres, la lucha contra los incendios forestales y la mejora de los procesos agrícolas en tiempo real, incluso para ayudar a comprender mejor los huracanes de categoría 4 a 5, como el huracán María, que se muestra aquí en una imagen térmica de 2017 captada por el satélite Terra de la NASA. Créditos: NASA

    1. La NASA puede ver las tormentas desde el espacio.

    Desde el espacio, la NASA puede ver mucho más de lo que se ve a simple vista. Entre las misiones de la NASA, la NASA y la NOAA tienen misiones conjuntas de satélites que monitorizan las tormentas en color natural -lo que ven nuestros ojos-, así como en otras longitudes de onda de luz, que pueden ayudar a identificar características que nuestros ojos no son capaces de ver por sí mismos. Por ejemplo, las imágenes tomadas en infrarrojo pueden mostrar las temperaturas de las nubes, así como permitirnos seguir el movimiento de las tormentas por la noche.

    El huracán Laura se acercó a Estados Unidos el 26 de agosto de 2020. A la izquierda, Laura se ve mediante luz infrarroja con el satélite NOAA-20, construido y lanzado por la NASA y operado por la NOAA. A la derecha, Laura se puede ver de forma normal debido al satélite Terra de la NASA. Créditos: Observatorio de la Tierra de la NASA

    1. Los satélites pueden ver el interior de los huracanes en 3D.

    Si alguna vez te han hecho un TAC o una radiografía, sabes lo importante que pueden ser las imágenes en 3D para entender lo que ocurre en el interior. El mismo concepto se aplica a los huracanes. Los instrumentos de radar y microondas de la misión de Medición de la Precipitación Global de la NASA pueden detectar a través de las nubes de la tormenta la estructura de la precipitación y medir la cantidad total de lluvia que cae como resultado de la tormenta. Esta información ayuda a los científicos a comprender cómo puede cambiar la tormenta con el tiempo y a entender el riesgo de inundaciones graves.

    Por primera vez en 360 grados, esta visualización de datos te lleva al interior del huracán María.Créditos: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA

    Descargue este vídeo y las imágenes de apoyo del Estudio de Visualización Científica

    1. Estamos estudiando cómo el cambio climático afecta al comportamiento de los huracanes.

    Es probable que el cambio climático haga que las tormentas se comporten de forma diferente. Uno de los cambios se produce en la forma en que se están intensificando las tormentas: más tormentas están aumentando su fuerza rápidamente, un proceso llamado intensificación rápida, en el que la velocidad de los vientos huracanados aumenta en  56 km (35 mph) o más, en sólo 24 horas.

    En 2020, un récord de nueve tormentas que se intensificaron rápidamente. Estos rápidos cambios en la fuerza de las tormentas pueden dejar a las comunidades que se encuentren en su camino sin tiempo para prepararse adecuadamente.

    Los investigadores del JPL de la NASA desarrollaron un modelo de aprendizaje automático que podría detectar con mayor precisión las tormentas que se intensifican rápidamente.

     El 25 de agosto de 2020, el satélite Terra de la NASA proporcionó una imagen visible del poderoso huracán Laura, de categoría 4, en el Golfo de México. Créditos: NASA Worldview

    No se trata sólo de la rapidez con la que los huracanes se fortalecen. Los científicos de la NASA también están estudiando cómo el cambio climático puede estar provocando que las tormentas se muevan más lentamente, lo que las hace más destructivas. Estas tormentas "estancadas" pueden reducir su velocidad a unos pocos kilómetros por hora, descargando lluvia y vientos destructores en un lugar a la vez. El huracán Dorian, por ejemplo, se detuvo sobre Gran Bahama y dejó daños catastróficos a su paso. Los huracanes Harvey y Florence también se estancaron, y ambos causaron grandes inundaciones.

     El huracán Dorian fue fotografiado el 2 de septiembre de 2019 por los astronautas de la Estación Espacial Internacional. Créditos: ISS Crew Earth Observations Facility y la Unidad de Ciencias de la Tierra y Teledetección, Centro Espacial Johnson

    1. Podemos monitorizar los daños causados por los huracanes.

    El huracán María modificó los bosques de Puerto Rico. La tormenta destruyó tantos árboles de gran tamaño que la altura total de los bosques de la isla se redujo en un tercio. Las mediciones realizadas desde el suelo, el aire y el espacio permitieron a los investigadores averiguar qué árboles eran más susceptibles de sufrir daños por el viento.

     

    Créditos: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA

    Descargue este vídeo en formato HD desde el Estudio de Visualización Científica de la NASA Goddard

    Meses después del huracán María, algunas partes de Puerto Rico seguían sin electricidad. Utilizando datos satelitales, los investigadores de la NASA trazaron un mapa de los barrios que seguían a oscuras y analizaron la demografía y los atributos físicos de las zonas con mayor espera de energía.

    Créditos: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA

    Descarga este vídeo en formatos HD del Estudio de Visualización Científica de la NASA Goddard

    1. Ayudamos a las comunidades a estar preparadas para las tormentas y a reaccionar ante sus consecuencias.

    Los datos que recoge la NASA están disponibles gratuitamente para el público. La NASA también se asocia con otras agencias federales, como FEMA, y con los gobiernos regionales y locales para ayudar a estar preparados y comprender los impactos de desastres como los huracanes.

    En 2020, el Programa de Desastres de la NASA proporcionó datos a grupos de Alabama, Luisiana y América Central para identificar las regiones más afectadas por los huracanes. Esto ayuda a identificar las comunidades vulnerables y a tomar decisiones informadas sobre dónde enviar recursos.

     El Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) en el satélite Suomi NPP de la NASA/NOAA capturó los datos de un mosaico de Katia, Irma y José tal y como aparecieron en las primeras horas del 8 de septiembre de 2017. Créditos: Observatorio de la Tierra de la NASA

     

    Fuente: Por Katy Mersmann. Equipo de noticias de ciencias de la Tierra de la NASA. Contacto con los medios de comunicación: Peter Jacobs, Centro de Vuelo Espacial Goddard. Última actualización: 1 de junio de 2021. Editor: Ellen Gray

  • La Tierra establece un nuevo récord para el día más corto

    4-5 minutos

    Por Graham Jones y Konstantin Bikos. Publicado en Timeandate el 27 de julio de 2022

     

    ©iStockphoto.com/AleksandarGeorgiev

     

    Durante los últimos años, nuestro planeta ha estado girando inusualmente rápido. 

    El día más corto de la era del reloj atómico

    La Tierra ha registrado su día más corto desde que los científicos comenzaron a usar relojes atómicos para medir su velocidad de rotación. El 29 de junio de 2022, la Tierra completó una vuelta en 1,59 milisegundos menos de las 24 horas. Este es el último de una serie de récords de velocidad para la Tierra desde 2020.

    El giro fluctuante de la Tierra

    En general, durante largos períodos, el giro de la Tierra se ralentiza. Cada siglo, la Tierra tarda un par de milisegundos más o menos en completar una rotación. Este proceso añade unos 2,3 milisegundos a la duración de cada día por siglo. Hace unos miles de millones de años, un día terrestre duraba sólo unas 19 horas. Sin embargo, dentro de este patrón general, la velocidad de giro de la Tierra fluctúa. De un día para otro, el tiempo que tarda la Tierra en completar una rotación aumenta o disminuye en una fracción de milisegundo.

    Longitud del día

    Los científicos que estudian la rotación de la Tierra usan la expresión "longitud del día" para hablar de cuán lento o rápido gira la Tierra. La longitud del día es la diferencia entre el tiempo real que tarda la Tierra en girar una vez sobre su eje y 86.400 segundos (que son 24 horas).

    Cuando aumenta la longitud del día, la Tierra gira más lentamente. Cuando está disminuyendo y se convierte en un número negativo, la Tierra gira más rápidamente.

    La Tierra a toda velocidad

    En los últimos años, la Tierra se ha estado acelerando. En 2020, Timeanddate informó que la Tierra había alcanzado sus 28 días más cortos desde que comenzaron las mediciones diarias precisas con relojes atómicos en la década de 1960.

    El día más corto de todos en 2020 fue de -1,47 milisegundos el 19 de julio.

    La Tierra continuó girando rápidamente en 2021, aunque el día más corto del año en 2021 fue una fracción más larga que en 2020.

    Ahora, en 2022, el planeta se ha acelerado nuevamente. El 29 de junio, la Tierra estableció un nuevo récord para el día más corto de la era del reloj atómico: -1,59 milisegundos.

    La Tierra casi volvió a batir su récord el mes siguiente, registrando una longitud del día de -1,50 milisegundos el 26 de julio.

    Nuevo récord

    El siguiente gráfico muestra cómo ha fluctuado la longitud del día, expresada en milisegundos, desde enero de 2019 hasta julio de 2022. Los datos son proporcionados por el Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra (IERS).

      

    En 2022 se ha registrado el día más corto desde que se inventaron los relojes atómicos. @timeanddate.

     

    Los picos irregulares en el gráfico son el resultado de la órbita mensual de la Luna alrededor de la Tierra. Las ondas más largas y suaves, con los días más cortos en o alrededor de julio de cada año, están relacionadas con los movimientos en la atmósfera de la Tierra.

    ¿Qué está causando la actual tendencia a la baja en la longitud del día?

    Podría estar relacionado con procesos en las capas internas o externas de la Tierra, los océanos, las mareas o incluso el clima. Los científicos no están seguros y se esfuerzan por hacer predicciones sobre la longitud del día con más de un año de antelación. Pero hay algunas teorías.

    En la reunión anual de la Sociedad de Geociencias de Asia y Oceanía que tuvo lugar del 1 al 5 de agosto de 2022, Leonid Zotov, junto con sus colegas Christian Bizouard y Nikolay Sidorenkov (presentación SE05_A009), han sugerido que la disminución actual en la longitud del día podría tener alguna relación con el 'bamboleo de Chandler'.

    El bamboleo de Chandler es una pequeña variación en el eje de rotación de la Tierra, al desplazarse los polos geográficos sobre la superficie en un movimiento oscilatorio. “La amplitud normal del bamboleo de Chandler es de unos tres a cuatro metros en la superficie de la Tierra", dijo el Dr. Zotov, "pero de 2017 a 2020 ha desaparecido".

    ¿Hacia un segundo bisiesto negativo?

    Si la rápida rotación de la Tierra continúa, podría conducir a la introducción del primer salto de segundo negativo.

    Esto sería necesario para mantener el tiempo civil, que se basa en la medida de los relojes atómicos, alineado con el tiempo solar, que se basa en el movimiento del Sol a través de la bóveda celeste.

    Un segundo bisiesto negativo significaría que nuestros relojes se saltan un segundo, lo que podría crear problemas para los sistemas IT.

    ¿Qué sucederá después?

    ¿Seguirá disminuyendo la longitud del día o ya hemos alcanzado el mínimo? Nadie lo sabe con certeza, pero según el Dr. Zotov: “Creo que hay un 70 por ciento de posibilidades de que estemos en el mínimo”, dijo, “y no necesitaremos un segundo bisiesto negativo”.

     

     

     

  • Un importante satélite de observación de los océanos comienza a proporcionar datos científicos

     5 - 6 minutos

    Este mapa muestra el nivel del mar medido por el satélite Sentinel-6 Michael Freilich del 5 al 15 de junio. Las zonas rojas son regiones donde el nivel del mar es más alto de lo normal, y las azules indican las zonas donde es más bajo de lo normal. Créditos: Observatorio de la Tierra de la NASA.

    Sentinel-6 Michael Freilich, la última nave espacial que monitoriza la altura de la superficie del mar, pone a disposición de los usuarios sus primeras mediciones científicas.

    Tras seis meses de comprobación y calibración en órbita, el satélite Sentinel-6 Michael Freilich pondrá a disposición del público sus dos primeros registros de datos el 22 de junio. Lanzado desde la Base Aérea de Vandenberg (California) el 21 de noviembre de 2020, se trata de una colaboración entre Estados Unidos y Europa para medir la altura de la superficie del mar y otras características oceánicas importantes, como la velocidad del viento en la superficie del océano y la altura de las olas.

    Uno de los registros de la altura de la superficie del mar que se publicará tiene una precisión de 5,8 centímetros y estará disponible pocas horas después de que los instrumentos a bordo del Sentinel-6 Michael Freilich lo recojan. Un segundo volumen de datos, con una precisión de 3,5 centímetros, estará disponible dos días después de su recogida. La diferencia en el momento en que los productos están disponibles compensa la precisión con la puntualidad de la transmisión para tareas como la predicción del tiempo y la ayuda para vigilar la formación de huracanes. Está previsto distribuir más datos, con una precisión de unos 2,9 centímetros, a lo largo de este año, destinados a actividades de investigación y a la ciencia del clima, incluido el seguimiento de la subida media del nivel del mar.

    El satélite, que lleva el nombre del antiguo director de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA, Michael Freilich, recopila las mediciones de aproximadamente el 90% de los océanos del mundo. Es uno de los dos satélites que componen la misión Copérnico Sentinel-6/Jason-CS. El segundo satélite, Sentinel-6B, se lanzará en 2025. Juntos, son los últimos de una serie de satélites que comenzó con TOPEX/Poseidón en 1992 y que continúa con la serie de satélites Jason, que lleva casi 30 años recopilando mediciones precisas de la altura del océano.

    Poco después del lanzamiento, Sentinel-6 Michael Freilich se colocó en su posición, dejando atrás al actual satélite de referencia del nivel del mar Jason-3 en 30 segundos. Los científicos e ingenieros dedicaron entonces un tiempo a la calibración cruzada de los datos recogidos por ambos satélites para garantizar la continuidad de las mediciones entre ambos. Una vez asegurada la calidad de los datos, Sentinel-6 Michael Freilich se convertirá en el satélite principal de nivel del mar.

    "Es un orgullo saber que el satélite está funcionando y que los datos parecen buenos", dijo Josh Willis, científico del proyecto en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. "Dentro de varios meses, Sentinel-6 Michael Freilich tomará el relevo de su predecesor, Jason-3, y esta publicación de datos es el primer paso en ese proceso".

    Descubra más sobre Sentinel-6 Michael Freilich mientras orbita la Tierra para recoger datos críticos sobre el nivel del mar y la atmósfera. Haz clic en cualquier parte de la imagen para dar una vuelta. Vea la experiencia interactiva completa y vuele junto a la misión en tiempo real en Eyes on the Solar System. Crédito: NASA/JPL-Caltech

    Vigilando la subida de los mares

    El océano absorbe más del 90% del calor atrapado en el sistema terrestre por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, lo que hace que el agua del mar se expanda y el nivel del mar aumente. El seguimiento de la altura del océano es importante porque ayuda a los meteorólogos a predecir ciertas cosas, como las corrientes oceánicas y la fuerza potencial de los huracanes.

    "Estos datos iniciales demuestran que Sentinel-6 Michael Freilich es una nueva y sorprendente herramienta que ayudará a mejorar las previsiones marinas y meteorológicas", dijo Eric Leuliette, científico del programa y del proyecto en la

    Administración Nacional Oceánica y Atmosférica en Maryland. "En un clima que cambia, es un gran logro que estos datos estén listos para ser publicados".

    La directora del programa de altimetría oceánica, Julia Figa Saldana, de EUMETSAT (Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos), añadió que la publicación operativa de los primeros flujos de datos de esta misión única de altimetría oceánica constituye un hito importante en el inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico.

    "Los datos de altimetría se están procesando ahora en la sede de EUMESAT en Darmstadt, desde donde también se controla el satélite, y se ponen a disposición de los usuarios de datos oceánicos y de previsión meteorológica de todo el mundo para su uso operativo", dijo Saldana.

    Los científicos también prevén utilizar los datos para medir la velocidad de subida del nivel del mar debido al cambio climático. La expansión del agua caliente del mar representa aproximadamente un tercio del aumento del nivel del mar en la actualidad, mientras que el agua de deshielo de los glaciares y las capas de hielo representa el resto. El ritmo de subida de los océanos se ha acelerado en las dos últimas décadas, y los investigadores esperan que se acelere aún más en los próximos años. El aumento del nivel del mar modificará las costas y aumentará las inundaciones por las mareas y las tormentas. Para comprender mejor el impacto de la subida de los mares sobre la humanidad, los investigadores necesitan registros climáticos de larga duración, algo que Sentinel-6 Michael Freilich ayudará a proporcionar.

    Más información sobre la misión

    Sentinel-6/Jason-CS está siendo desarrollado conjuntamente por la ESA (Agencia Espacial Europea), EUMETSAT, la NASA y la NOAA, con la financiación de la Comisión Europea y el apoyo técnico del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia.

    JPL, una división de Caltech en Pasadena, contribuye con tres instrumentos científicos para cada satélite Sentinel-6: el Radiómetro Avanzado de Microondas, el Sistema Global de Navegación por Satélite - Radio Ocultación y el Conjunto de Retrorreflectores Láser. La NASA también contribuye con los servicios de lanzamiento, los sistemas de tierra que apoyan el funcionamiento de los instrumentos científicos de la NASA, los procesadores de datos científicos para dos de estos instrumentos, y el apoyo a los miembros estadounidenses del Equipo Científico Internacional de Topografía de la Superficie del Océano.

    Para más información sobre Sentinel-6 Michael Freilich, visite:

    https://www.nasa.gov/sentinel-6

    https://podaac.jpl.nasa.gov/

    Fuente:NasaJane J. Lee / Ian J. O’Neill. Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, Calif. 818-354-0307 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. / Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 2021-125. Last Updated: Jun 21, 2021 Editor: Tony Greicius