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  • ¿Cómo será el segundo verano de la pandemia?

    El verano de 2021 será la segunda temporada estival marcada por la pandemia de covid-19. Para plantearnos los posibles escenarios que se den este verano hay que analizar las tres facetas que el concepto One Health (Una Salud) considera que están relacionados: el virus, el medio ambiente y la población humana.

    Empezamos por el primer término del trinomio, los virus. Los coronavirus tienen una envoltura que los vuelve más vulnerables a muchas situaciones físico-químicas. La intuición nos diría que esta capa les protege. Sin embargo, esa envoltura, donde se insertan las moléculas que reconocen los receptores celulares y que abren la puerta a la infección, es una capa débil, que se pierde fácilmente, y, con ella, esas moléculas. Es como si en vez de tatuadas en la piel, estuvieran en un abrigo que se desprende fácilmente bajo la acción de agentes físicos, como la temperatura, las radiaciones solares, la desecación, la acidez, etc.

    Tras desprenderse el abrigo, el virus no es reconocido por los receptores celulares. En este sentido, se ha determinado que el virus SARS (pariente muy próximo a SARS-CoV-2) pierde rápidamente su infectividad a temperaturas superiores a 30ºC y con humedad relativa elevada.

    Dicho sea de paso, la envoltura, compuesta por lípidos, es lo que hace que los geles hidroalcohólicos, el jabón y los detergentes sean tan eficaces para inactivar al virus.

    Más vida en el exterior, aerosoles inactivados más rápido

    La segunda cuestión que hay que abordar es la referida al mecanismo de transmisión. En un principio se pensó que el SARS-CoV-2 podría transmitirse incluso por vía feco-oral (al encontrarse ácidos nucleicos en las heces mediante PCR).

    Pero lo cierto es que a día de hoy parece que la vía más importante es la transmisión por aerosoles. Es decir, burbujas muy pequeñas que engloban a las partículas víricas y les permiten viajar distancias de 5 a 10 metros o más.

    Pero estas burbujas no están acorazadas y aquí es donde el análisis del medio ambiente toma relevancia. ¿Qué nos han dicho durante el invierno? Nos han aconsejado por activa y por pasiva que ventiláramos bien para garantizar que las partículas víricas potencialmente eliminadas por personas infectadas eran correctamente trasladadas al exterior. Una vez ahí, el sol, la humedad, las radiaciones y demás agentes enumerados en el párrafo previo, pueden ejercer su efecto letal e inactivar al virus.

    El verano, un enemigo para el virus

    En verano lo tenemos mucho más fácil porque realizamos mucha más vida en el exterior. Por tanto, los virus eliminados por una persona en el exterior se dispersan con mayor facilidad, perdiendo su elevada concentración, y se inactivan más rápidamente.

    Esto no es solo teoría, pues las observaciones de lo que ocurre en verano con otras infecciones respiratorias (y con el propio SARS-CoV-2 el pasado periodo estival) lo respaldan.

    Veamos el ejemplo de la gripe de 1918. Esta se extendió desde la primavera de 1918 hasta la de 1919. En el Reino Unido (donde el verano es más breve y más tardío que en España) la mínima incidencia se registró durante los meses de agosto y septiembre de 1918.

    Aunque en enero de 1919 hubo otro periodo de relativa tranquilidad, el pico que lo siguió empezó a disminuir al irse haciendo los días más largos, con mayor luminosidad y radiaciones, mayor calor y, en condiciones diferentes de humedad relativa, hasta que la incidencia retornó a valores de otros años.

     

    Registro de la ‘gripe española’ y sus olas. / Dora C Pearce et al. CC BY

     

    En el caso de SARS-CoV-2 también se puede apreciar una dinámica similar, aunque la amplitud de los picos sea distinta por las medidas de control de que disponemos hoy, muy diferentes de las de hace 100 años.

    Así, la mínima incidencia en España se registró de mayo a julio. No haríamos honor al gran esfuerzo que realizamos la primavera del 2020, confinándonos a cal y canto de forma masiva en España, si no concediéramos valor a este sacrificio en la baja incidencia registrada durante este periodo.

    Pero seguro que también jugaron un papel importante en el descenso de la incidencia las condiciones climatológicas, el mayor índice de radiación, la desecación, etc.

    Vacunación y responsabilidad humana

    El tercer factor del trinomio es la población humana, un factor posiblemente más impredecible que los otros dos. Aquí los dos aspectos a considerar son la tasa de vacunación y nuestra propia actitud colectiva.

    Los datos que se registran sobre el efecto de las vacunas nos hacen confiar plenamente en su eficacia. Y si sigue la tendencia actual, podemos ser optimistas respecto a que durante el verano la situación esté bastante controlada.

    Cuando a 14 de junio está vacunada (con al menos una dosis) el 45'3 % de la población y cada día se vacuna al 1,08 %, se estima que el 70 % (considerado como inmunidad de grupo, en el que teóricamente se restringe la transmisión) se alcanzará el 19 de agosto.

    Obviamente esta fecha puede variar por muchos motivos: puede modificarse al alza o a la baja el número de dosis que España reciba y puede disminuir el número de personas que están “deseando” ser vacunadas.

    Reticentes a la vacunación

    Afortunadamente, hasta la fecha, el porcentaje de las personas contrarias a la inmunización oscila entre el 5,4 y el 6,5 % –según el CIS– y solo el 3,7 a 3,8 % de los entrevistados indican que no querrán vacunarse cuando llegue su turno.

    Aunque este valor es bastante estable desde febrero, está muy al albur de circunstancias que pueden restar eficacia a la intención de vacunación, especialmente debido a explicaciones deficientes por parte de los responsables políticos.

     

    Infografía sobre el contenido del artículo. / UCC+i Complutense. CC BY

     

    Finalmente, las mascarillas han demostrado ser un elemento importante para prevenir la infección. Tras una explosión de afectividad el fin de semana que decayó el estado de alarma, parece que, salvo excepciones, la población en general se está comportando con responsabilidad.

    Por favor, sigamos así durante unas semanas más, que aliados a la sensibilidad del virus, las condiciones atmosféricas que conlleva el verano y el ágil ritmo de vacunación nos hacen ser optimistas sobre lo que ocurrirá en un futuro muy próximo. No nos amparemos en una falsa sensación de vencedores de una guerra que se ha llevado muchas vidas por delante y el sufrimiento de otros muchos.

     

    Publicado el 14 de junio de 2021 en The Conversation por Esperanza Gómez-Lucía. Enlace al artículo origin

    al: https://bit.ly/3xyZ4qr

    Cláusula de Divulgación

    Esperanza Gómez-Lucía no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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  • El cambio climático podría causar "impactos irreversibles" en los ecosistemas lacustres

    4 -5 minutos

    Una nueva investigación demuestra que los "periodos de estratificación" de los lagos durarán más tiempo con un clima más cálido.

    Estos periodos de estratificación más largos podrían tener "implicaciones de gran alcance" para los ecosistemas lacustres, según el artículo, y pueden provocar la proliferación de algas tóxicas, la muerte de peces y el aumento de las emisiones de metano.

    El estudio concluye que el periodo medio de estratificación estacional de los lagos en el hemisferio norte podría durar casi dos semanas más a finales de siglo, incluso en un escenario de bajas emisiones. Añade que la estratificación podría durar más de un mes si las emisiones son extremadamente altas.

    Si los periodos de estratificación continúan alargándose, "podemos esperar cambios catastróficos en algunos ecosistemas lacustres, que pueden tener impactos irreversibles en las comunidades ecológicas".

    El estudio también concluye que los lagos más grandes experimentarán cambios más evidentes. Por ejemplo, los Grandes Lagos de América del Norte, que albergan una "biodiversidad insustituible" y representan algunos de los mayores ecosistemas de agua dulce del mundo, ya están experimentando "rápidos cambios" en sus períodos de estratificación, según el estudio.

    Consecuencias peligrosas

    Cuando las temperaturas suben en primavera, muchos lagos comienzan el proceso de "estratificación". El aire cálido incrementa la temperatura de la superficie del lago, calentando la capa superior de agua, lo que provoca que se separa de las capas más frías de agua que hay debajo.

    Las capas estratificadas no se mezclan fácilmente y cuanto mayor sea la diferencia de temperatura entre las capas, menor será la mezcla. Los lagos suelen estratificarse entre la primavera y el otoño, cuando el tiempo cálido mantiene el gradiente de temperatura entre el agua caliente de la superficie y el agua más fría de las profundidades.

    El Dr. Richard Woolway, de la Agencia Espacial Europea, es el autor principal del artículo, que concluye que el cambio climático está haciendo que la estratificación comience antes y termine más tarde. Afirma que los impactos de la estratificación son "generalizados y extensos", y que períodos más largos de estratificación podrían tener "impactos irreversibles" en los ecosistemas.

    Por ejemplo, el Dr. Dominic Vachon -que no participó en el estudio- explica que la estratificación puede crear una "barrera física" que dificulta el movimiento de los gases y partículas disueltas entre las capas de agua.

    Esto puede impedir que el oxígeno de la superficie del agua se hunda en las profundidades del lago y puede provocar una "desoxigenación" en las profundidades del agua, donde los niveles de oxígeno son más bajos y la respiración se hace más difícil.

    El agotamiento del oxígeno puede tener "consecuencias peligrosas para los organismos vivos", según el Dr. Bertram Boehrer, investigador del Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental, que no participó en el estudio.

    El autor principal, Woolway, cuenta que la disminución de los niveles de oxígeno en las profundidades atrapa a los peces en las aguas superficiales más cálidas:

    "Los peces suelen desplazarse a aguas más profundas durante el verano para escapar de las condiciones más cálidas de la superficie, por ejemplo, durante una ola de calor en el lago. Una disminución del oxígeno en profundidad supondrá que los peces no tendrán un refugio térmico, ya que a menudo no podrán sobrevivir cuando las concentraciones de oxígeno sean demasiado bajas".

    Esto puede ser muy perjudicial para la vida del lago e incluso puede aumentar la muerte de peces.

    Sin embargo, los impactos de la estratificación no se limitan a los peces. El estudio indica que el cambio a una estratificación más temprana en primavera también puede favorecer que las comunidades de fitoplancton -un tipo de algas- crezcan antes, y puede hacer que se desincronicen con las especies que dependen de ellas para alimentarse. Esto se denomina "desajuste trófico".

    La profesora Catherine O'Reilly, que no participó en el estudio, añade que los periodos de estratificación más largos también podrían "aumentar la probabilidad de floraciones de algas perjudiciales".

    El impacto del cambio climático en los lagos también va más allá de los ecosistemas. Según el estudio, los bajos niveles de oxígeno en los lagos pueden aumentar la producción de metano, que "se produce en los lagos y se emite desde ellos a un ritmo globalmente significativo".

    Woolway explica que los niveles más altos de calentamiento podrían, por lo tanto, crear una retroalimentación climática positiva en los lagos, donde el aumento de las temperaturas significa mayores emisiones de calentamiento del planeta:

    "Los bajos niveles de oxígeno en profundidad también promueven la producción de metano en los sedimentos de los lagos, que luego puede ser liberado a la superficie a través de burbujas o por difusión, lo que resulta en una retroalimentación positiva para el cambio climático."

    Enlace Parte 2

     Fuente: Autora: AYESHA TANDON

     

  • El cambio climático podría causar "impactos irreversibles" en los ecosistemas lacustres (2)

    Enlace Parte 1

    5 - 7 minutos

    Consecuencias peligrosas

    Cuando las temperaturas suben en primavera, muchos lagos comienzan el proceso de "estratificación". El aire cálido aumenta la temperatura de la superficie del lago, calentando la capa superior de agua, que se separa de las capas más frías de agua que hay debajo.

    Las capas estratificadas no se mezclan fácilmente y cuanto mayor sea la diferencia de temperatura entre las capas, menor será la mezcla. Los lagos suelen estratificarse entre la primavera y el otoño, cuando el tiempo cálido mantiene el gradiente de temperatura entre el agua caliente de la superficie y el agua más fría de las profundidades.

    El Dr. Richard Woolway, de la Agencia Espacial Europea, es el autor principal del artículo, que concluye que el cambio climático está haciendo que la estratificación comience antes y termine más tarde. Afirma que los impactos de la estratificación son "generalizados y extensos", y que períodos más largos de estratificación podrían tener "impactos irreversibles" en los ecosistemas.

    Por ejemplo, el Dr. Dominic Vachon -que no participó en el estudio- explica que la estratificación puede crear una "barrera física" que dificulta el movimiento de los gases y partículas disueltas entre las capas de agua.

    Esto puede impedir que el oxígeno de la superficie del agua se hunda en las profundidades del lago y puede provocar una "desoxigenación" en las profundidades del agua, donde los niveles de oxígeno son más bajos y la respiración se hace más difícil.

    El agotamiento del oxígeno puede tener "consecuencias peligrosas para los organismos vivos", según el Dr. Bertram Boehrer, investigador del Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental, que no participó en el estudio.

    El autor principal, Woolway, cuenta que la disminución de los niveles de oxígeno en las profundidades atrapa a los peces en las aguas más superficiales y más cálidas:

    "Los peces suelen desplazarse a aguas más profundas durante el verano para escapar de las condiciones más cálidas de la superficie, por ejemplo, durante una ola de calor en el lago. Una disminución del oxígeno en profundidad supondrá que los peces no tendrán un refugio térmico, ya que a menudo no podrán sobrevivir cuando las concentraciones de oxígeno sean demasiado bajas".

    Esto puede ser muy perjudicial para la vida del lago e incluso puede provocar la muerte de peces".

    Sin embargo, los impactos de la estratificación no se limitan a los peces. El estudio indica que el cambio a una estratificación más temprana en primavera también puede favorecer que las comunidades de fitoplancton -un tipo de algas- crezcan antes, y puede hacer que se desincronicen con las especies que dependen de ellas para alimentarse. Esto se denomina "desajuste trófico".

    La profesora Catherine O'Reilly añade que los periodos de estratificación más largos también podrían "aumentar la probabilidad de floraciones de algas perjudiciales".

    El impacto del cambio climático en los lagos también va más allá de los ecosistemas. Según el estudio, los bajos niveles de oxígeno en los lagos pueden aumentar la producción de metano, que "se produce en los lagos y se emite desde ellos a un ritmo globalmente significativo".

    Woolway explica que los niveles más altos de calentamiento podrían, por lo tanto, crear una retroalimentación climática positiva en los lagos, donde el aumento de las temperaturas significa mayores emisiones de calentamiento del planeta:

    "Los bajos niveles de oxígeno en profundidad también promueven la producción de metano en los sedimentos de los lagos, que luego puede ser liberado a la superficie a través de burbujas o por difusión, lo que resulta en una retroalimentación positiva para el cambio climático."

    Comienzo y finalización

    Los autores analizan los cambios históricos en los periodos de estratificación de los lagos utilizando datos de observación a largo plazo de algunos de los "lagos mejor monitorizados del mundo" y simulaciones diarias de una colección de modelos lacustres.

    También realizaron simulaciones de los cambios futuros en el periodo de estratificación de los lagos bajo tres escenarios de emisiones diferentes, para determinar cómo podría cambiar el proceso en el futuro. El estudio se centra en los lagos del hemisferio norte.

     El cambio en la duración de la estratificación de los lagos en comparación con la media de 1970-1999, para las mediciones históricas (negro), el RCP2.6 de bajas emisiones (azul) el RCP6.0 de emisiones moderadas (amarillo) y el RCP8.5 de emisiones extremadamente altas (rojo). Crédito: Woolway et al (2021).

    El gráfico muestra que el periodo medio de estratificación de los lagos ya se ha alargado. Sin embargo, el estudio añade que algunos lagos están experimentando unos efectos más significativos que otros.

    Por ejemplo, Blelham Tarn -el lago mejor monitorizado del Distrito de los Lagos inglés- se estratifica ahora 24 días antes y mantiene su estratificación durante 18 días más en comparación con sus medias de 1963-1972, según el estudio. Woolway cuenta que el lago ya está mostrando signos de disminución de oxígeno.

    El cambio climático está aumentando la duración media de la estratificación en los lagos, según los resultados, al adelantar el inicio de la estratificación y retrasar su " finalización ". La siguiente tabla muestra los cambios proyectados en el inicio, la finalización y la duración total de la estratificación en los lagos bajo diferentes escenarios de emisiones, en comparación con el periodo 1970-1999.

     

    Cambio en el inicio, la finalización y la duración total de la estratificación de los lagos bajo diferentes escenarios de emisiones, en comparación con la línea base de 1970-1999.

    La tabla muestra que, incluso en el escenario de bajas emisiones, se espera que el periodo de estratificación del lago sea 13 días más largo a finales de siglo. Sin embargo, en el escenario de emisiones extremadamente altas, podría ser 33 días más largo.

    También se puede observar que el inicio de la estratificación ha cambiado más significativamente que la finalización de la misma. Las razones de ello se revelan al examinar más detenidamente los impulsores de la estratificación.

    Enlace Parte 3

     Fuente: Autora: AYESHA TANDON

     

  • El cambio climático podría causar "impactos irreversibles" en los ecosistemas lacustres (3)

    Enlace Parte 2

    4 -5 minutos

     

    Tiempo más cálido y vientos más débiles

    El momento en que se inicia y se deshace la estratificación en los lagos depende de dos factores principales: la temperatura y la velocidad del viento.

    El impacto de la temperatura en la estratificación de los lagos se basa en el hecho de que el agua caliente es menos densa que la fría, explica Woolway:

    "El calentamiento de la superficie del agua por el aumento de la temperatura del aire hace que la densidad del agua disminuya y, del mismo modo, hace que se formen distintas capas térmicas dentro de un lago: el agua más fría y densa se sedimenta en el fondo del lago, mientras que el agua más cálida y ligera forma una capa en la parte superior".

    Esto significa que, a medida que el cambio climático provoque un aumento de las temperaturas, los lagos comenzarán a estratificarse antes y permanecerán estratificados durante más tiempo. También es probable que los lagos situados a mayor altitud experimenten mayores cambios en la estratificación, explica Woolway, porque "la prolongación del verano es muy patente en las regiones de alta latitud".

    Aumento previsto de la duración de la estratificación en los lagos del hemisferio norte en los escenarios de emisiones bajo (izquierda), medio (centro) y alto (derecha). Crédito: Woolway et al (2021). La figura muestra que el impacto previsto del cambio climático en la duración de la estratificación es más pronunciado en las latitudes altas más septentrionales.

    El segundo factor es la velocidad del viento, explica Woolway:

    "La velocidad del viento también afecta al momento en que se inicia y termina la estratificación, ya que los vientos más fuertes actúan para mezclar la columna de agua, actuando así en contra del efecto estratificador del aumento de la temperatura del aire."

    Según el estudio, se espera que la velocidad del viento disminuya ligeramente a medida que el planeta se calienta. Los autores señalan que los cambios esperados en la velocidad del viento cerca de la superficie son "relativamente menores" en comparación con el probable aumento de la temperatura, pero añaden que aun así puede causar cambios "sustanciales" en la estratificación.

    El estudio concluye que la temperatura del aire es el factor más importante a la hora de que un lago comience a estratificarse. Sin embargo, cuando se analiza la interrupción de la estratificación, se observa que la velocidad del viento es un factor más importante.

    Por su parte, Vachon afirma que la velocidad del viento también tiene implicaciones en las emisiones de metano de los lagos. Señala que la estratificación impide que el metano producido en el fondo del lago suba y que, cuando el periodo de estratificación termina, el metano puede subir a la superficie. Sin embargo, según Vachon, la velocidad de la degradación de la estratificación afectará a la cantidad de metano que se libere a la atmósfera:

    "Mi trabajo ha sugerido que la cantidad de metano acumulado en las aguas del fondo que finalmente se emitirá está relacionada con la rapidez con la que se produce la desaparición de la estratificación. Por ejemplo, una eliminación lenta y progresiva de la estratificación permitirá probablemente la oxigenación del agua y permitirá a las bacterias oxidar el metano en dióxido de carbono. Sin embargo, una ruptura de la estratificación que se produzca rápidamente -por ejemplo, después de tormentas con gran velocidad de viento- permitirá que el metano acumulado se emita a la atmósfera de forma más rápida".

    Por último, el estudio concluye que los grandes lagos tardan más en estratificarse en primavera y suelen permanecer estratificados durante más tiempo en otoño, debido a su mayor volumen de agua.

    Estos lagos se han estratificado 3,5 días antes cada década desde 1980, según los autores, y su inicio de estratificación puede variar hasta 48 días en algunos años extremos.

    O'Reilly explica que "está claro que estos cambios llevarán a los lagos a un territorio inexplorado" y añade que el trabajo "proporciona un marco para pensar cuánto cambiarán los lagos en futuros escenarios climáticos".

     Fuente: Autora: AYESHA TANDON

     

  • El Valle de la Muerte alcanza los 54,4 °C, la temperatura más alta jamás registrada en la Tierra

    7 - 9 minutos

    La ola de calor que ha asolado el suroeste de EE.UU. este fin de semana se atribuye a una especie de cúpula térmica (aire estancado en la mima área durante días). El Valle de la Muerte alcanza los 54,4 °C, la temperatura más alta jamás registrada en la Tierra.

    Una ola de calor abrasadora que bate récords se prolonga durante días, gracias a una persistente cúpula de calor que se ha desarrollado sobre la costa oeste de Estados Unidos. El Valle de la Muerte es conocido por ser el lugar más caluroso del territorio estadounidense, y el récord oficial de 130,0 grados Fahrenheit (54,4 °C) alcanzado el viernes fue el quinto en la historia registrado por la estación (los registros se remontan a casi 150 años).

    Puede que el Valle de la Muerte esté en el punto de mira al alcanzar estos récords de temperaturas extremas este fin de semana, pero no es el único lugar que se asfixia bajo una ola de calor. La ola de calor se extiende básicamente por gran parte de la costa oeste y el suroeste desértico. Las temperaturas están superando los 122 °F (50 °C), desafiando los récords históricos.

     

    Hay avisos de calor excesivo para más de 30 millones de personas en el oeste de Estados Unidos. Muchas personas en California, Nevada, Arizona y Utah están sufriendo temperaturas de 40 grados.

     La temperatura más baja del viernes fue notablemente alta, 104 °F (40 °C) fue lo que marcó el termómetro a las 5:38 a.m. Más tarde, la máxima de 130.0 °F (54.4 °C) se midió por la tarde, unos minutos antes de las 5 pm del 10 de julio.

    La noche siguiente trajo la mínima de 99 °F, seguida de una temperatura muy alta el día después, el sábado 10 de julio. La temperatura máxima oficial en Furnace Creek, Valle de la Muerte, fue sólo un poco más baja que la del viernes, fue de 129,4 °F (54,1 °C)

     

    Y tanto el domingo como el lunes podrían volver a darse estas temperaturas, posiblemente incluso un poco más altas. La máxima para el Valle de la Muerte el domingo podría estar entre 129 y 131 °F, 54,1 a 55,0 °C. A continuación se adjunta la animación de la escala de tiempo de 2 m de temperatura en los Estados Unidos y el suroeste del desierto.

    También hay otro registro estadístico que da pistas sobre lo extrema que es la ola de calor en curso. Los meteorólogos estadounidenses también registran el récord de días consecutivos a 125 grados (51,7 °C) o más. El récord existente es de 10 y se estableció en 1913, con una duración del 28 de junio al 5 de julio.

    Este verano, el Valle de la Muerte registró 126 °F el 7 de julio y las temperaturas máximas diarias no han sido más bajas desde entonces. Por lo tanto, se espera que la ola de calor continúe con estos días de más de 125 °F (51,7 ºC) al menos hasta el martes, lo que supondría 8 días consecutivos. Para el martes, esta sería la segunda racha más larga en la historia registrada, empatando ocho días de más de 125 °F  ( 51.7 ºC ) establecidos en 2013.

     La razón de estos días extremadamente calurosos suele ser por el famoso patrón meteorológico persistente, conocido como cúpula de calorque se desarrolla a gran escala en varias partes del mundo.

    ¿QUÉ ES UN DOMO DE CALOR y POR QUÉ ES IMPORTANTE PARA LA OLA DE CALOR?

    El origen de las olas de calor duraderas y extremas suele ser una cúpula de calor. Una zona de altas presiones que se estaciona sobre una gran región geográfica como una tapadera en una olla, atrapando el calor debajo durante días.

    Así pues, una cúpula de calor es básicamente esa acumulación de calor bajo la extensa dorsal de niveles superiores que bloquea y con el sistema de altas presiones en superficie. Una masa de aire estable comienza a acumularse y desarrolla la ola de calor que normalmente dura varios días y noches consecutivas. Las temperaturas durante una ola de calor suelen estar muy por encima de lo normal, incluso desafiando los récords de temperatura.

    Si la cúpula de calor es muy fuerte -como la que se produjo en el noroeste del Pacífico de Canadá y Estados Unidos a finales de junio de este año o la ola de calor que se está produciendo actualmente en el suroeste del desierto- esta gran tapa ayuda a mantener el calor abrasador en la superficie. Esto ocurre cuando un sistema de altas presiones se establece plenamente a través de todas las capas de la atmósfera, y el aire que desciende por debajo calienta la atmósfera inferior.

     

    Las masas de aire caliente también se elevan verticalmente hacia la atmósfera superior, creando la llamada cúpula de alta presión, atrapando todo lo que hay debajo. Una vez más, al igual que ocurrió en el noroeste del Pacífico el mes pasado, se produce una ola de calor sin precedentes.

    La cúpula de calor sobre el oeste de Estados Unidos y Canadá se produce normalmente durante la mitad del verano, y por eso la mayoría de los récords de calor se producen durante el mes de julio. Pero para conseguir temperaturas tan extremas tienen que darse las condiciones idóneas: falta de vientos, un contenido de humedad muy bajo y una potente cúpula de calor que atrape todas las masas de aire bajo la alta de bloqueo.

    EL VALLE DE LA MUERTE - EL LUGAR MÁS CALIENTE DE LA TIERRA

    Se cree que el Valle de la Muerte es uno de los lugares más calientes y secos de la Tierra. Gracias a la forma del valle y a su ubicación con respecto a las cadenas montañosas, se dan unas condiciones específicas que contribuyen a que las temperaturas sean extremadamente altas durante días.

     Estación de Furnace Creek en el Valle de la Muerte. Foto: Marko Korošec

    El valle está " protegido" por cuatro cordilleras al oeste, lo que ayuda a que la humedad procedente del Océano Pacífico se evapore casi por completo y llegue el aire, prácticamente, seco al Valle. Apenas hay nubes en muchos días del verano, cuando la cúpula de calor domina el suroeste desértico estadounidense.

    Además, las cadenas montañosas que rodean el valle también actúan como muros alrededor de la cuenca del Valle de la Muerte. Cuando la luz del sol calienta la superficie seca del valle (casi no hay vegetación, salvo la estación de Furnace Creek), la radiación solar queda atrapada por estas empinadas laderas de las montañas de alrededor y recalienta aún más la cuenca.

    La estación meteorológica del Valle de la Muerte se encuentra en la estación de Furnace Creek. La estación se encuentra a 58 metros por debajo del nivel del mar, en el desierto de Mojave, al sureste de California. Es conocido por el calor extremo que se produce cada verano. Este valle en el desierto del sureste de California también incluye Badwater Basin. La zona se encuentra a 85,9 metros por debajo del nivel del mar y es el punto más bajo de Norteamérica.

     Arriba: Señal de tráfico de peligro por calor extremo en el Valle de la Muerte. Foto: Twitter

     El Valle de la Muerte también tiene la temperatura media mensual más alta de 108,1 °F (42,3 °C), registrada 2018. Julio de 2018 fue el mes más caluroso jamás medido en la Tierra.

    ¿CUÁLES SON LOS RÉCORDS DE TEMPERATURA EXISTENTES EN EL VALLE DE LA MUERTE?

    El suroeste del desierto es el lugar más cálido y seco de Estados Unidos. Su situación geográfica suele provocar un calor excesivo que se prolonga durante días y semanas. Durante el verano, las temperaturas que superan los 122 °F (50 °C) no son una excepción. Como este fin de semana, por ejemplo. El mapa siguiente muestra la temperatura máxima por la tarde del sábado 10 de julio.

     

    El Valle de la Muerte suele ser el lugar más caluroso cuando se produce una ola de calor.

    Aunque se sabe que el Rancho Groenlandia (conocido como el centro turístico de Furnace Creek), en el Valle de la Muerte, ostenta el récord de temperatura más alto de la historia, de 134 °F (56,7 °C), establecido el 10 de julio de 1913, se ha discutido que la lectura no se verificó correctamente y podría ser falsa.

    Se especula con la posibilidad de que esos datos no sean válidos debido a la colocación defectuosa de la instrumentación meteorológica. Todos los sensores oficiales, incluidos los utilizados por el Servicio Meteorológico Nacional, están colocados estratégicamente para evitar las interferencias de la luz solar directa, el viento, los árboles o la humedad.

    Algunos expertos afirman que las mediciones de este récord han sido de forma errónea, junto con otras temperaturas extremadamente altas registradas en el verano de 1913. Según el historiador meteorológico Christopher Burt, otras temperaturas de la región registradas en 1913 simplemente no coinciden con otras lecturas realizadas en el Valle de la Muerte.

    Recuerde, justo el año pasado, el 16 de agosto de 2020, el Valle de la Muerte también registró 130,0 °F (54.4ºC). La temperatura más cálida en esta parte de la Tierra, antes de agosto del año pasado, fue de 129,2 °F (54.0 °C), registrada en 2013.

    Fuente:   Autor: Marko Korosec. Publicado: 11/07/2021

  • Evaluación del clima global en junio de 2020

    Fuente:NOAA algunos de los eventos climáticos y climáticos más importantes que ocurrieron durante junio de 2020.

    Junio ​​de 2020 empató como el tercer junio más cálido registrado en el mundo; casi cálido primer semestre del año

    El promedio mundial de junio de 2020 de la temperatura de la superficie terrestre y oceánica se desvió del promedio empatado con 2015 como el tercero más alto del mes en el registro de conjunto de datos de temperatura global NOAA de 141 años, que data de 1880.

    Este resumen mensual , desarrollado por científicos de los Centros Nacionales de Información Ambiental de NOAA , es parte del conjunto de servicios climáticos que NOAA brinda al gobierno, las empresas, la academia y el público para apoyar la toma de decisiones informada.

  • Las nociones científicas sobre el cambio climático que todos deberíamos conocer, en seis gráficos

    6 - 8 minutos

    Los instrumentos científicos espaciales pueden monitorizar la fuerza de los huracanes, el aumento del nivel del mar, la pérdida de la capa de hielo y mucho más. Christina Koch / NASACC BY

    En un momento en que la cumbre del clima de Naciones Unidas en Escocia (COP26) está poniendo el foco en las políticas sobre el cambio climático y el impacto del calentamiento global, resulta especialmente útil entender lo que la ciencia ha demostrado hasta ahora.

    Soy científica atmosférica, y durante la mayor parte de mi carrera he investigado y realizado evaluaciones en el campo de la ciencia climática global. He aquí seis cosas que debería saber sobre este asunto, con sus correspondientes gráficos.

    ¿Qué está provocando el cambio climático?

    El tema clave de las negociaciones es el dióxido de carbono. Este gas de efecto invernadero se libera con la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), pero también como consecuencia de los incendios forestales, de los cambios de uso del suelo o bien generado por fuentes de origen natural.

    La Segunda Revolución Industrial, iniciada finales del siglo XIX, provocó un enorme aumento de la quema de combustibles fósiles. Esto permitió dotar de energía a hogares e industrias, e inauguró la era de los transportes globales.

    En ese mismo siglo, los científicos ya detectaron la capacidad del dióxido de carbono para incrementar las temperaturas globales, lo que en su momento se pensó podría incluso tener consecuencias positivas para el planeta.

    A mediados del siglo XX empezaron a realizarse mediciones sistemáticas. Desde entonces estas han reflejado un aumento constante de los niveles de dióxido de carbono, algo que en su mayor parte se puede achacar directamente a la quema de combustibles fósiles.

     

    Cuánto aumentó la concentración de CO2 cada año

    Una vez que alcanza la atmósfera, el dióxido de carbono tiende a permanecer allí durante mucho tiempo. Una parte del CO₂ producido por la actividad humana es capturado por las plantas, y otra parte es directamente absorbida por los océanos. Sin embargo, cerca de la mitad de este gas queda atrapado en la atmósfera, donde es probable que permanezca durante cientos de años, y desde donde ejerce su influencia en el clima global.

    En 2020, durante el primer año de la pandemia del coronavirus, cuando bajó el uso del coche privado y algunas industrias detuvieron brevemente su actividad, las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la quema de combustibles se redujeron en torno al 6 %. Pero esto no implicó una reducción de la concentración de dióxido de carbono, pues la cantidad liberada a la atmósfera por la actividad humana seguía excediendo con creces lo que la atmósfera podía absorber de forma natural.

    Si la civilización dejara hoy de emitir dióxido de carbono, aún se necesitarían varios cientos de años para que el volumen de dicho gas en la atmósfera se redujera de forma natural y el ciclo del carbono del planeta volviera a alcanzar el equilibrio debido a la persistencia del CO₂ en la atmósfera.

    ¿Cuánto tiempo permanece el CO2 en la atmósfera? 

     

    ¿Cómo sabemos que los gases de efecto invernadero pueden cambiar el clima?

    Numerosas evidencias científicas apuntan a que el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas durante el último siglo y medio han supuesto el factor fundamental del cambio climático a largo plazo en todo el mundo. Por ejemplo:

    La evidencia científica demuestra que, cuando los niveles de dióxido de carbono han sido altos, también lo han sido las temperaturas. Elaborado a partir de Salawitch et al., 2017, y actualizado con datos de finales de 2020CC BY

    • Los registros a largo plazo que suponen los testigos de hielo, los anillos de los árboles y los corales muestran que cuando los niveles de dióxido de carbono han sido altos, también lo han sido las temperaturas.

    • Nuestros planetas vecinos también nos ofrecen evidencias científicas. La atmósfera de Venus posee una gran cantidad de dióxido de carbono y en consecuencia es el planeta que presenta mayores temperaturas de nuestro sistema solar. Y eso a pesar de que Mercurio se encuentra más próximo al Sol.

    Las temperaturas están subiendo en todos los continentes

    El aumento de las temperaturas resulta evidente en los registros de todos los continentes, y también en los océanos.

    Sin embargo, las temperaturas no están subiendo con la misma intensidad en todos los sitios. Hay numerosos factores que condicionan las temperaturas de cada región, como por ejemplo los usos del suelo, que influyen en la cantidad de radiación solar absorbida o reflejada, las fuentes de calor concretas como las islas de calor urbanas, o los niveles de contaminación.

    En el Ártico, por ejemplo, el ritmo de aumento de las temperaturas es tres veces superior a la media de la Tierra. En parte, es porque, a medida que se calienta el planeta, la nieve y el hielo se van derritiendo y hacen que la superficie terrestre tenga una mayor tendencia a absorber (en lugar de reflejar) la radiación solar. Como consecuencia de ello, tanto la capa de nieve como los mares congelados se están reduciendo a mayor velocidad.

     

    ¿Qué le está haciendo el cambio climático al planeta?

    El sistema del clima de la Tierra es complejo y está interconectado, por lo que incluso pequeñas variaciones de temperatura pueden tener un gran impacto (por ejemplo, en la capa de nieve o en el nivel del mar).

    Y los cambios ya están ocurriendo. Hay estudios que muestran cómo el aumento de las temperaturas ya está teniendo un impacto en las precipitaciones, en los glaciares, en los patrones del tiempo atmosférico así como en la incidencia de los ciclones tropicales y de las grandes tormentas. Numerosos trabajos muestran, por ejemplo, que el aumento de la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor afectan a los ecosistemas, a la salud humana y a actividades como el comercio o la agricultura.

    Los registros históricos del nivel de los océanos han mostrado aumentos casi siempre crecientes a lo largo de los últimos 150 años. Esto se ha producido de forma simultánea al retroceso de los glaciares y al incremento general de las temperaturas, que han hecho aumentar la cantidad de agua en los océanos con algunas desviaciones locales, pues algunos terrenos han quedado sumergidos y otros han surgido sobre el nivel del mar.

    Aunque es cierto que los fenómenos climáticos extremos tienen su origen en conjuntos complejos de causas, algunas de estas se ven exacerbadas por el cambio climático. De la misma forma en que las inundaciones costeras pueden ir a peor por el aumento del nivel de los océanos, las olas de calor pueden ser más complejas de gestionar si aumentan las temperaturas medias.

    Los científicos climáticos trabajan duro para evaluar los cambios que se producirán como consecuencia tanto del incremento de las emisiones de dióxido de carbono y debido a otras alteraciones esperables, como por ejemplo el aumento de la población global. Está claro que las temperaturas subirán, y que también variarán los patrones de las precipitaciones, pero la magnitud exacta de estos cambios dependerá de numerosos factores interrelacionados. 

    Basado en el SSP3-7.0, un escenario de altas emisiones. Claudia Tebaldi, et al., 2021

    Algunas razones para la esperanza

    Afortunadamente, los métodos de investigación científica están mejorando nuestro conocimiento sobre el clima y sobre el complejo ecosistema general de nuestro planeta, con lo que se están identificando las zonas más vulnerables y se están pudiendo coordinar esfuerzos para reducir los catalizadores del cambio climático.

    Los esfuerzos que se están realizando en energías renovables, en fuentes de energía alternativas y en mecanismos para capturar el carbono que las industrias expulsan a la atmósfera ofrecen nuevas opciones a unas sociedades ahora mejor preparadas para este reto.

    Al mismo tiempo, las personas están aprendiendo a reducir su impacto climático individual, pues cada vez existe un conocimiento mayor sobre el hecho de que es necesario un esfuerzo global coordinado para lograr impactos significativos. La utilización de vehículos eléctricos y de energías solar y eólica está aumentando hasta alcanzar niveles antes impensables. Y cada vez hay más personas dispuestas a cambiar los modos tradicionales de hacer las cosas para lograr una mayor eficiencia energética, un consumo más sostenible y para consolidar la alternativa de las energías renovables.

    Los científicos defienden con pruebas cada vez más sólidas que abandonar el uso de combustibles fósiles tiene ventajas adicionales como una mejor calidad del aire, lo que tiene consecuencias positivas tanto para la salud humana como para la de los ecosistemas. 

    Este artículo forma parte de la cobertura de The Conversation sobre la COP26, la conferencia sobre el clima de Glasgow. Siga la cobertura completa en inglésfrancésfrancés canadiensebahasa indonesio y españolaquí. 

     

    Fuente:    Senior Scientist, University of Colorado Boulder

  • Seis preguntas para entender el sexto año más cálido en el registro

    Esta visualización de datos muestra las anomalías de temperatura global en la superficie del planeta en 2021. Temperaturas más altas de lo normal, mostradas en rojo, pueden verse en regiones como el Ártico. Temperaturas más bajas de lo normal se muestran en azul. Créditos: Estudio de Visualización Científica de la NASA/Lori Perkins

    El 2021 empató con el 2018 como el sexto año más cálido en un registro que se remonta a 1880, según el análisis anual de temperaturas promedio globales de la NASA. El año contribuyó a una tendencia sin precedentes, pero bien entendida, en la que los últimos ocho años han sido los más cálidos jamás registrados.

    Científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (GISS, por sus siglas en inglés) en Nueva York, producen este registro con datos procedentes de instrumentos en todo el mundo, los cuales son validados con satélites. Los científicos actualizan el registro cada año, manteniendo uno de los conjuntos de datos más importantes del mundo para estudiar el alcance, el ritmo y las causas del calentamiento de nuestro planeta.

    Aquí respondemos seis preguntas para ayudarte a entender el análisis de temperatura global de la superficie del GISS, lo que muestra sobre el 2021 y cómo la NASA analiza los datos. 

    (1) ¿Qué es el análisis de temperatura global de la superficie del GISS?

    También conocido como GISTEMP, por sus siglas en inglés, este producto es uno de varios conjuntos de datos hechos por organizaciones científicas que miden las temperaturas de la Tierra. Sus datos brutos son de acceso público y proceden de miles de decenas de instrumentos situados en estaciones meteorológicas, barcos y boyas oceánicas y estaciones de investigación en la Antártida.

    El análisis de temperatura global de la NASA utiliza datos de miles de decenas de estaciones meteorológicas y estaciones de investigación en la Antártida, junto con mediciones realizadas por instrumentos en barcos y boyas oceánicas, para estimar la temperatura global. Aquí se muestran en forma de puntos verdes las ubicaciones de las más de 20.000 estaciones utilizadas actualmente en el análisis. Créditos: Estudio de visualización científica de la NASA/Mark SubbaRao

    El análisis de la NASA toma en cuenta el ciclo de las estaciones del año y el clima promedio para determinar cuánto más cálido o frío es el promedio en cada uno de estos lugares. Las temperaturas en distintos lugares de la Tierra pueden variar hasta 100 grados Fahrenheit (55 grados Celsius), pero la temperatura promedio global a lo largo del año cambia de forma mucho más sutil. En otras palabras, cuando los científicos reúnen todos esos datos para estimar las temperaturas medias globales, el análisis sirve como un enorme termómetro planetario.

    (2) Si el registro muestra un calentamiento sin precedentes, ¿por qué no son todos los años los más cálidos de la historia?

    La temperatura del planeta varía cada año debido a las numerosas interacciones entre la tierra, el aire y el océano. Estas complejas conexiones influyen en el clima y las temperaturas a nivel regional y global. 

    Una de estas interacciones es El Niño-Oscilación del Sur, un fenómeno natural en el que transferencias de calor durante varios meses entre el Pacífico y la atmósfera provocan fluctuaciones de temperatura y precipitaciones en todo el mundo. La Niña, la fase más fría de este fenómeno, suele dar lugar a patrones meteorológicos que reducen la temperatura promedio de la Tierra con un ligero desfase de varios meses. Así es como un evento de La Niña a principios de 2021 condujo a un año más frío de lo que habría sido de otro modo, en particular más frío que 2020 o 2016, los años más cálidos en el registro.

    Los científicos prevén que, dado que La Niña apareció de nuevo a finales de 2021, su influencia probablemente hará que las temperaturas en 2022 no sean tan cálidas. Aun así, incluso con estos fenómenos, 2021 contribuye a la tendencia de calentamiento a largo plazo observada, y es consistente con ella. Las temperaturas globales están aumentando a un ritmo que el planeta no ha experimentado en miles de años, según la NASA. Es decir, aunque ciclos meteorológicos a corto plazo pueden afectar a un año en particular, las tendencias de calentamiento siguen siendo muy claras y siguen creciendo. 

    (3) ¿Cómo hace la NASA para analizar las temperaturas globales?

    El análisis de la NASA hace un promedio de estimaciones de temperatura realizadas durante muchas décadas. Así se obtiene una tendencia, o patrón, de la rapidez con la que han cambiado las temperaturas de la superficie de la Tierra en los últimos tiempos. El análisis utiliza un periodo fijo de 1951 a 1980 que sirve de referencia para comparar cómo se desvían las temperaturas globales actuales de lo que era normal en ese entonces. 

    El periodo de referencia incluía los mejores datos disponibles cuando científicos de la NASA diseñaron los métodos básicos para el análisis en la década de 1980. Estos datos también incluían una cobertura global completa, ya que los conjuntos de datos anteriores a 1950 generalmente excluían datos del hemisferio sur.

    Los pasos para calcular las anomalías de temperatura siguen siendo fundamentalmente los mismos que en la década de 1980. Una excepción clave es que los algoritmos han sido perfeccionados para minimizar errores derivados de datos procedentes de zonas urbanas, que tienden a calentarse más que las rurales. La cantidad y la calidad de los datos disponibles también han aumentado con el tiempo, lo que ha mejorado la extensión del conjunto de datos sobre la superficie de la Tierra. 

    Este gráfico muestra anomalías de temperatura anuales desde 1880 hasta 2019, según lo analizado por la NASA y otras instituciones científicas. Aunque hay variaciones menores de un año a otro, los cinco registros de temperatura muestran altibajos sincronizados entre sí. Créditos: NASA GISS / Gavin Schmidt

    (4) ¿Qué tan fiable es el análisis de temperatura de la NASA?

    Los científicos siempre intentan confirmar la exactitud del registro con estudios independientes y, en las últimas décadas, con satélites. Evaluaciones recientes han revelado que las estimaciones de la agencia sobre la media anual tienen una precisión de una décima de grado Fahrenheit.

    El registro utiliza datos brutos que se remontan a 1880, cuando los métodos para medir la temperatura eran menos desarrollados. Pero estos datos históricos siguen siendo una ventana muy útil hacia el pasado. Las evaluaciones recientes muestran que, incluso teniendo en cuenta las mayores incertidumbres de los datos anteriores a 1950, los datos siguen proporcionando la base para una buena estimación de las temperaturas anuales globales del pasado. En otras palabras, los datos anteriores a 1950 son como una foto borrosa en comparación con la nitidez de los conjuntos de datos actuales. Los científicos están un poco más inseguros sobre algunos de sus detalles, pero aun así pueden estar seguros de la imagen general que muestran los datos.

    La NASA también revisa si hay irregularidades en la calidad y la distribución de los datos, ya que instrumentos defectuosos, errores humanos en el registro y el procesamiento de los datos y otros factores no climáticos pueden dar lugar a lecturas que no son realistas. Cuando los datos brutos de las estaciones individuales parecen inexactos, los científicos los vuelven a revisar manualmente, comparando los datos con zonas vecinas con condiciones climáticas similares. Estos ajustes pueden influir en los registros de estaciones individuales y regiones pequeñas, pero apenas cambian los promedios globales.

    Otras organizaciones también procesan los mismos datos con métodos ligeramente diferentes. Todos sus registros muestran tendencias notablemente similares al análisis de la NASA. 

    (5) ¿Cuáles son algunos indicadores y consecuencias del calentamiento?

    Los datos de los satélites confirman cómo el calentamiento de la tierra, el aire y el océano está afectando a diferentes partes del planeta. El aumento de las temperaturas está provocando el derretimiento de las capas de hielo y los glaciares en todo el mundo, las olas de calor son más largas e intensas, y las plantas y los hábitats de los animales están cambiando para responder al calentamiento. 

    Mientras el análisis de temperatura de la NASA muestra que el Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el resto del planeta, los satélites muestran una disminución en la extensión del hielo marino de la región de alrededor del 13% por década. Los satélites también muestran que el océano se está calentando a un ritmo sin precedentes, y que en 2021 se registraron las temperaturas oceánicas más elevadas y los niveles del mar más altos jamás registrados. 

    El 2021 fue testigo de varios ejemplos extremos de cómo el exceso de calor en el océano y la atmósfera puede influir en desastres a menudo devastadores, y a veces inesperados, en distintas partes del mundo. Australia, Europa y Asia sufrieron inundaciones históricas provocadas por niveles récord de lluvias intensas. En Estados Unidos, el incendio Dixie batió récords en California, se produjeron olas de calor masivas en el noroeste del Pacífico y el huracán Ida causó daños desde Luisiana hasta Nueva York. 

    (6) ¿Por qué la NASA calcula el cambio de la temperatura global de la superficie?

    A principios de la década de 1970, investigaciones de la atmósfera de Venus proporcionaron un claro ejemplo de cómo cantidades extremadamente altas de gases de efecto invernadero, que atrapan el calor en la atmósfera, convirtieron al llamado gemelo de la Tierra en un mundo inhabitable con temperaturas abrasadoras que fundirían plomo.

    A partir de entonces, los científicos comenzaron a preocuparse por la influencia del dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la Tierra. En 1981, científicos de la NASA fueron los primeros en estimar los promedios de temperatura global utilizando las técnicas que evolucionaron hasta convertirse en el análisis actual. La idea era proporcionar un contexto para las predicciones del futuro cambio climático.

    Hoy en día, el análisis ha ayudado a explicar cómo las emisiones de dióxido de carbono, la deforestación y otras actividades humanas están impulsando el calentamiento global, y por qué las erupciones volcánicas, las fluctuaciones en la producción de energía del Sol y otros factores naturales no son los principales impulsores de la tendencia de calentamiento que podemos observar.

     Fuente:  Por Roberto Molar Candanosa Equipo de noticias de Ciencias de la Tierra de la NASA

  • Temperatura global

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    Dado el tamaño y la tremenda capacidad térmica de los océanos del planeta, se necesita una enorme cantidad de energía calorífica para elevar la temperatura media anual de la superficie de la Tierra, aunque sea mínimamente. El aumento de 2 grados en la temperatura media global de la superficie que se ha producido desde la era preindustrial (1880-1900) puede parecer pequeño, pero supone un aumento significativo del calor acumulado. Ese calor adicional está provocando temperaturas extremas regionales y estacionales, reduciendo la capa de nieve y el hielo marino, intensificando las lluvias torrenciales y modificando los rangos de hábitat de plantas y animales, ampliando algunos y reduciendo otros. 

    Historia de la temperatura global de la superficie desde 1880El gráfico muestra las temperaturas medias anuales globales desde 1880 (datos de origen) comparadas con la media a largo plazo (1901-2000). La línea del cero representa la temperatura media a largo plazo para todo el planeta; las barras azul y roja muestran la diferencia por encima o por debajo de la media para cada año.

    Condiciones en 2020

    Según el Informe Climático Global 2020 de los Centros Nacionales de Información Medioambiental de la NOAA, todos los meses de 2020, excepto diciembre, estuvieron entre los cuatro más cálidos registrados para el mes. En diciembre, la presencia de el evento de La Niña moderadamente fuerte enfrió el Océano Pacífico tropical y amortiguó el calor global.  El mes resultó ser "sólo" el octavo diciembre más cálido registrado.

     Esta animación muestra mapas de las temperaturas mensuales de enero a diciembre de 2020 comparadas con la media de 1981-2010, con las anomalías cálidas en rojo y las frías en azul. El último fotograma de la animación muestra la media de 2020. Obsérvese que el rango de temperaturas en los mapas mensuales es más amplio que el de la media anual (más o menos 9 grados frente a más o menos 5 grados). Imagen de NOAA Climate.gov, basada en datos de NOAA NCEI.

    A pesar de La Niña, 2020 fue el segundo año más cálido en los 141 años de registro para el conjunto de la superficie terrestre y oceánica, y las zonas terrestres fueron las más cálidas registradas. Muchas partes de Europa y Asia registraron un calor récord, incluyendo la mayor parte de Francia y el norte de Portugal y España, la mayor parte de la Península Escandinava, Rusia y el sureste de China. Una parte aún mayor del globo fue mucho más cálida que la media, incluida la mayor parte de los océanos Atlántico e Índico. El calor llegó hasta la Antártida, donde la estación de la Base Esperanza, en el extremo de la Península Antártica, pareció establecer un nuevo récord histórico de temperatura máxima de 18,4 grados Celsius el 6 de febrero de 2020.

    El cambio en la temperatura

    Aunque el calentamiento no ha sido uniforme en todo el planeta, la tendencia al alza de la temperatura media mundial muestra que hay más zonas que se calientan que las que se enfrían. Según el Informe Anual sobre el Clima 2020 de la NOAA, la temperatura combinada de la tierra y los océanos ha aumentado a un ritmo medio de  0,08 grados Celsius por década desde 1880; sin embargo, el ritmo medio de aumento desde 1981 ha sido más del doble.

    Cambios en la temperatura media global de la superficie entre 1990 y 2019. Los lugares que se han calentado hasta 1° Fahrenheit en los últimos 30 años son de color rojo, los lugares que se han enfriado hasta 1° F son de color azul, y los lugares donde no tenemos suficientes observaciones para calcular una tendencia son de color gris claro. Mapa de NOAA Climate.gov, basado en datos del NCEI.

    Los 10 años más cálidos de los que se tiene constancia se han producido desde 2005, y 7 de los 10 se han producido sólo desde 2014. Si nos remontamos a 1988, se observa una tendencia: excepto en el caso de 2011, a medida que se añade un nuevo año al registro histórico, se convierte en uno de los 10 más cálidos registrados en ese momento, pero finalmente es reemplazado a medida que la ventana del "top ten" se desplaza hacia adelante en el tiempo.

    Para 2020, los modelos proyectan que la temperatura global de la superficie será más de 0,5°C más cálida que la media del periodo 1986-2005, independientemente de la vía de emisiones de dióxido de carbono que el mundo siga. Esta similitud en las temperaturas, independientemente de las emisiones totales, es un fenómeno a corto plazo: refleja la tremenda inercia de los inmensos océanos de la Tierra. La elevada capacidad calorífica del agua hace que la temperatura de los océanos no responda instantáneamente al aumento del calor atrapado por los gases de efecto invernadero. Sin embargo, hacia 2030, el desequilibrio térmico provocado por los gases de efecto invernadero empieza a superar la inercia térmica de los océanos, y las trayectorias de temperatura proyectadas comienzan a ser divergentes, con lo que las emisiones de dióxido de carbono no controladas probablemente conducirán a varios grados adicionales de calentamiento para finales de siglo.

    Sobre la temperatura de la superficie

    El concepto de una temperatura media para todo el planeta puede parecer un poco extraño. Al fin y al cabo, en este mismo momento, las temperaturas más altas y más bajas de la Tierra están probablemente en un intervalo de más de 55°C. Las temperaturas oscilan entre la noche y el día y entre los extremos estacionales de los hemisferios norte y sur. Esto significa que algunas partes de la Tierra son bastante frías mientras que otras son francamente calientes. Hablar de la temperatura "media", por tanto, puede parecer una barbaridad. Sin embargo, el concepto de temperatura media global es conveniente para detectar y seguir los cambios en el balance energético de la Tierra con el paso del tiempo: cuánta luz solar absorbe la Tierra y cuánta irradia al espacio en forma de calor.

    Para calcular la temperatura media global, los científicos utilizan mediciones de temperatura realizadas en distintos puntos del planeta. Como su objetivo es seguir los cambios de temperatura, las medidas se transforman de lecturas de temperatura absolutas a anomalías de temperatura, es decir, la diferencia entre la temperatura observada y la temperatura media a largo plazo para cada lugar y fecha. Múltiples grupos de investigación independientes de todo el mundo realizan sus propios análisis de los datos de temperatura de la superficie, y todos ellos muestran una tendencia al alza similar.

    Los registros de temperatura de la NOAA, la NASA y la Universidad de East Anglia muestran un aumento desde principios del siglo XX hasta 2019. El año 2019 se encuentra entre los tres años más cálidos registrados. Imagen de fondo de NOAA DISCOVR/EPIC. Gráfico de NOAA Climate.gov basado en datos del Boletín del Estado del Clima 2019 de la Sociedad Meteorológica Americana.

    En las zonas inaccesibles que tienen pocas mediciones, los científicos utilizan las temperaturas circundantes y otra información para estimar los valores que faltan. A continuación, cada valor se utiliza para calcular una media de temperatura global. Este proceso proporciona un método coherente y fiable para controlar los cambios en la temperatura de la superficie de la Tierra a lo largo del tiempo.

     

    Fuente: Author: Rebecca Lindsey and LuAnn Dahlman