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  • Sequía: cinco medidas para evitar que las fuertes lluvias arrastren el suelo reseco

     

    Cuando William Blake describió la "tierra verde y encantadora" en su poema Jerusalén, en realidad escribía durante una prolongada sequía. Dos siglos después, gran parte de Europa se está agostando bajo sucesivas olas de calor en medio de una de las sequías más extremas jamás registradas.

    La última imagen por satélite de Inglaterra captada por la Nasa no muestra una tierra verde y agradable, sino marrón y reseca. Debajo de toda esa vegetación seca hay un suelo tostado por el sol, polvoriento y desecado.

    Sin duda, la promesa de un buen chaparrón alegrará a los agricultores, a quienes la sequía ha castigado especialmente. Sin embargo, una lluvia fuerte puede no ser lo que su suelo sediento necesita en este momento.

    Un suelo normalmente actúa como una esponja que absorbe la lluvia. Al haber sido abrasado durante semanas por el intenso calor sin apenas respiro, las superficies del suelo se han endurecido.

    Como resultado, la capacidad de infiltración del suelo (la velocidad máxima a la que el suelo puede absorber la humedad) ha disminuido. Si las lluvias son tan intensas que superan esta velocidad, el agua correrá por la superficie del suelo, pudiendo provocar inundaciones repentinas y otros peligros ladera abajo.

    Cuando llueve mucho, toneladas de tierra pueden ser arrastradas por la corriente de agua y arrojada al mar en un chorro marrón que a veces puede verse desde el espacio.

    Asimismo, las inundaciones repentinas pueden dejar alfombras de arena, limo y arcilla. La limpieza después de las lluvias extremas puede ser muy costosas, pero hay un coste mayor y a más largo plazo.

    La erosión del suelo es una gran amenaza para la resistencia del medio ambiente. Las medidas proactivas para frenar la erosión de la capa fértil de los suelos son esenciales para garantizar que sigan produciendo de forma óptima, sosteniendo los hábitats y la biodiversidad, ciclando los nutrientes y almacenando de forma segura el carbono que alimenta el cambio climático.

    He aquí cinco opciones para evitar que el suelo se pierda.

    La siembra de legumbres entre cultivos puede devolver el nitrógeno al suelo. Igor Bastrakov/Shutterstock

    1. No hay que dejar el suelo desnudo

    Un suelo desnudo es especialmente vulnerable a la erosión. El calor extremo puede hacer que algunas cosechas se adelanten, dejando los suelos sin vegetación durante más tiempo. Los agricultores pueden sembrar cultivos de tapadera, como Brassicas, leguminosas y hierbas, para proteger los suelos de la exposición entre los periodos de producción de los cultivos.

    Además de proteger el suelo de las precipitaciones, algunos cultivos de cobertura pueden suprimir las malas hierbas y las enfermedades fúngicas, reponer el carbono y ofrecer alimento y hábitat a la fauna.

    Soja cultivada con agricultura de conservación. Helga_foto/Shutterstock

    1. Hay que adaptar las prácticas de labranza

    El laboreo del suelo (cavar, remover y volcar) es uno de los métodos más practicados para preparar la tierra para los cultivos. Pero labrar el suelo con demasiado vigor puede dañar su estructura interna.

    Un suelo sano tiene una red continua de poros y canales capaces de almacenar y transportar aire y agua. Esta red está recubierta de agregados minerales y orgánicos. Mantener la estructura del suelo es vital, no sólo para reforzar su resistencia a la erosión, sino para mejorar la capacidad de infiltración del agua.

    El cambio hacia prácticas de labranza menos intensivas - agricultura de labranza reducida o cero - ha demostrado ser eficaz para frenar la erosión del suelo. La labranza transversal, en lugar de la descendente, puede reducirla aún más.

    1. Cuidado con el sobrepastoreo

    Los animales de pastoreo, como el ganado vacuno, pueden mantener los ecosistemas de las praderas y la fauna autóctona, pero el pastoreo excesivo puede ser un problema. Cuando el suelo queda libre de vegetación más rápido de lo que pueda recuperarse de forma natural, los suelos quedan desnudos y son propensos a la erosión.

    El sobrepastoreo también puede compactar el suelo, haciéndolo cada vez menos eficaz para absorber la humedad y aumentando la probabilidad de que el agua se escurra por la superficie.

    Un campo de arroz en terrazas en el norte de Vietnam. Southtownboy Studio/Shutterstock

    1. Considere la posibilidad de construir terrazas en pendientes pronunciadas

    Las laderas empinadas canalizan el agua hacia abajo rápidamente. Construir una serie de escalones nivelados en la ladera donde se puedan cultivar alimentos, una práctica conocida como "terrazas", es una solución de ingeniería eficaz.

    Las terrazas en las laderas han sido utilizadas por los agricultores durante milenios, y pueden ser particularmente buenas para reducir la escorrentía y la erosión de los sedimentos, especialmente si se mantienen regularmente. La nivelación de la pendiente también puede ayudar a que el agua se infiltre en el suelo y a aumentar su capacidad de retención.

    Las franjas de protección pueden ser un buffet de néctar para los insectos polinizadores. Digikluk/Shutterstock

    1. Cultivar una franja de protección

    En los campos que bordean ríos y arroyos, plantar franjas de vegetación en el límite con el curso de agua puede ofrecer múltiples beneficios, además de reducir la erosión del suelo.

    Compuestas por hierba y arbustos, las franjas de protección aumentan la rugosidad del terreno, lo que frena el paso del agua. La plantación de árboles en las franjas de protección puede ayudar a estabilizar las riberas de los ríos, dar sombra al ganado y reducir la escorrentía de productos químicos agrícolas a los ríos. Además de combatir la erosión del suelo, las franjas de protección alimentan y dan cobijo a los insectos polinizadores, enriqueciendo la biodiversidad de la explotación.

    Sea proactivo, no reactivo

    Sólo hace falta un segundo para abrir un paraguas y protegerse de un chaparrón. Proteger el suelo de la erosión exige medidas más proactivas.

    Estas cinco recomendaciones pueden aumentar la resistencia del suelo a la erosión, sobre todo durante los periodos de fuertes lluvias que suelen seguir a las olas de calor. Si se ponen en práctica y se mantienen, estas estrategias pueden tener beneficios adicionales duraderos para la fertilidad del suelo, la biodiversidad y para frenar el cambio climático.

    Fuente: Dan Evans, 75th Anniversary Research Fellow, Soil and Agrifood Institute, Cranfield 

  • Un nuevo estudio modela la confianza de los usuarios en las predicciones de sequía

     2 -3 minutos 

    Un factor clave que determina la reacción de los usuarios ante las predicciones es el grado de confianza en la información. Para ayudar a integrar esta comprensión en la valoración de las predicciones, un estudio reciente propone un marco para modelar la confianza en la información de las previsiones de sequía que capta cómo se forma y evoluciona la confianza de los usuarios a lo largo del tiempo y muestra cómo la confianza influye en las decisiones de los usuarios. El estudio fue financiado por la iniciativa del Programa de Investigación de Aplicaciones Sectoriales (SARP) denominada Coping with Drought in Support of the National Integrated Drought Information System (NIDIS) y dirigido por investigadores de la Universidad de Illinois-Urbana Champaign y la Universidad de Virginia. Los resultados confirman que la confianza de los usuarios en las previsiones de sequía influye significativamente en la forma en que la información se integra con sus respectivos conocimientos previos.

    Los autores aplicaron el marco propuesto a un problema de elección entre cultivos, en el que los usuarios reciben una predicción de sequía para la temporada de cultivo y deciden la mejor alternativa entre dos cultivos. El modelo supone que la relación entre la precisión objetiva de la predicción y el valor de la misma -y, por extensión, el uso de la predicción- está mediada por la confianza.

    Aplicando el modelo, el equipo de investigación descubrió que, aunque los usuarios estén expuestos a predicciones relativamente precisas, es posible que no las utilicen de inmediato porque es necesario desarrollar un nivel mínimo de confianza antes de que las previsiones se perciban como valiosas y se integren en la toma de decisiones. Los resultados también muestran que animar a los usuarios a confiar en predicciones deficientes puede empeorar su situación, lo que podría disuadirles de utilizarlas en el futuro.

    Lea el estudio "

    Fuente: