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  • La NASA destaca a los ganadores del reto de diseñar tejidos humanos

    Imagen en 3D de los huesos y el sistema vascular de un torso humano. Créditos: icetray/123RF

    La NASA anunciará el miércoles 9 de junio los ganadores del primer y segundo puesto del Desafío del Tejido Vascular, un concurso para cultivar y mantener el tejido humano funcional en un laboratorio. Los expertos responderán a preguntas sobre las técnicas de ingeniería de tejidos de los equipos durante un episodio especial de NASA Science Live y una sesión informativa para los medios de comunicación.

    El episodio de NASA Science Live se emitirá a las 3 p.m. EDT en NASA Television, la aplicación de la NASA, el sitio web de la agencia, los canales de NASA Facebook, NASA Twitter y NASA YouTube. Los espectadores pueden enviar preguntas en las plataformas de medios sociales usando #AskNASA.

    La NASA seguirá la transmisión con una teleconferencia con los medios de comunicación a las 4:30 p.m., con transmisión de audio en vivo en el sitio web de la agencia.

    El Desafío del Tejido Vascular es una competición para aumentar el  ritmo de las innovaciones de bioingeniería en beneficio de los seres humanos en la Tierra y de los futuros exploradores espaciales. Los investigadores intentaron crear tejidos humanos cultivados en laboratorio para un órgano como: el corazón, el pulmón, el hígado o el riñón y mantenerlo vivo y funcionando durante un periodo de prueba. 

    El primer equipo que demuestre que el tejido sobrevive y funciona durante un periodo de prueba de 30 días recibirá 300.000 dólares. El equipo ganador también tendrá la oportunidad de avanzar en su investigación en el Laboratorio Nacional de la Estación Espacial Internacional de Estados Unidos. Los dos siguientes equipos que completen con éxito los ensayos ganarán 100.000 dólares cada uno.

    Los medios de comunicación interesados en participar deben enviar un correo electrónico a Molly Porter a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. antes de las 16.00 horas del miércoles 9 de junio. Los participantes en la teleconferencia serán:

    • Jim Reuter, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial de la NASA en la sede de la NASA.
    • Robyn Gatens, director de la Estación Espacial Internacional en la sede central. 
    • Monsi Roman, gerente de los Desafíos del Centenario en el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama.
    • Lynn Harper, administradora del desafío y directora de estudios integradores en el Centro de Investigación Ames de la NASA, en el Silicon Valley de California.
    • Representantes de los equipos ganadores.
    • Michael Roberts, jefe científico interino del Centro para el Avance de la Ciencia en el Espacio (gestor del Laboratorio Nacional de la Estación Espacial Internacional de Estados Unidos) y juez del Desafío del Tejido Vascular.
    • El Desafío del Tejido Vascular, un Desafío del Centenario de la NASA, comenzó en 2016 y ha involucrado a equipos de solucionadores de problemas del público, la industria y la academia para ayudar a empujar los límites de la ingeniería de tejidos y la medicina regenerativa. Tanto en la Tierra como en el espacio, la mejora del tejido vascularizado cultivado en laboratorio podría utilizarse para modelar mejor las enfermedades y acelerar la investigación relacionada con los trasplantes de órganos, así como el desarrollo de nuevas terapias para las misiones espaciales profundas a largo plazo.

     

    Fuente: 

     

  • Cuidando la Tierra desde el espacio

    Los datos de satélite permiten a los científicos observar la evolución de los incendios. Joshua Stevens / NASA Earth Observatory

    El último censo elaborado por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior contabiliza 2.321 satélites artificiales operativos que orbitan alrededor de la Tierra en la actualidad. De ellos, 1.918 se encuentran entre los 200 y 1.200 km de altitud (en órbita baja terrestre o LEO) y el resto, a 35.000 km de altitud (en órbita geoestacionaria).

    Existen satélites artificiales para realizar comunicaciones de teléfonos, televisión y transferencia de datos. Satélites que asisten a la navegación y posicionamiento. Satélites para el estudio del espacio y el universo, y satélites de observación de la Tierra, diseñados para monitorear y comprender los componentes clave del sistema Tierra y sus interacciones, a través de observaciones globales a largo plazo.

    Nuestro planeta, desde el cosmos

    Las técnicas de teledetección realizan el tratamiento y análisis de las imágenes, y los datos tomados desde estos satélites. Esta tecnología permite así estudiar los procesos que ocurren en la superficie terrestre, las masas de aguas continentales, los océanos, la cobertura vegetal, los glaciares, la atmósfera, y hasta el interior de la Tierra, fundamental para comprender los cambios que se observan en el medio y proponer medidas realistas y eficaces contra la degradación y contaminación ambiental.

    Toda esa información recabada sirve como base para tomar decisiones en la gestión eficiente de los recursos y la planificación en diversos ámbitos: geología y minería, riesgos naturales, agricultura, bosques y espacios naturales, meteorología y climatología u ordenación del territorio, entre otros.

    En los últimos años, las tecnologías de observación de la Tierra han experimentado un desarrollo espectacular debido al lanzamiento de nuevas misiones y a la extensa oferta de imágenes captadas por multitud de sistemas (en muchos de libre adquisición y distribución) a diferentes escalas y resoluciones. Además, estos datos cada vez se integran mejor con los sistemas de geolocalización y cartografía digital denominados Sistemas de Información Geográfica.

    Imagen térmica del satélite Landsat-8 (NASA- USGS), correspondiente al 1 de marzo de 2017, donde se observa la pluma de descarga de las aguas continentales hacia el mar Mediterráneo en el Delta del Ebro. Francisco Carreño, Author provided

    Las misiones y satélites más destacados

    Existen varios programas internacionales de observación y monitorización de la Tierra, tanto de administraciones públicas como de corporaciones privadas. Estos comprenden una serie de misiones de satélites artificiales y de instrumentales científicos en la órbita terrestre, diseñados para realizar observaciones periódicas de su superficie.

    Los dos programas de observación de la Tierra más importantes, por la cobertura global de sus imágenes y la posibilidad de acceder y descargar gratuitamente por cualquier usuario, son:

    • El Sistema de Observación de la Tierra (su acrónimo en inglés es EOS) de la NASA. Concebido en la década de 1980, comenzó a tomar forma a principios de los años 90, y ahora cuenta con la red de satélites más importante diseñados para la observación continua y precisa de la superficie terrestre, biósfera, atmósfera, y océanos de la Tierra.
    • El programa Copérnico. Liderado por la Comisión Europea (CE) en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), cuenta con más de 30 satélites. Proporcionan información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana.

    La principal ventaja de estos sistemas es la capacidad de los satélites para obtener imágenes en diferentes regiones del espectro electromagnético (visible, infrarrojo, infrarrojo térmico, microondas).

    Además del espectro visible, que solo ocupa una pequeña franja de todo el conjunto espectral, en estas imágenes se puede analizar la respuesta de los componentes de la naturaleza (vegetación, agua, suelo, etc.) en otras regiones del espectro para caracterizar y cuantificar sus propiedades.

    Vigilando la Tierra desde los años 70

    Los satélites de observación de la Tierra monitorizan de modo sistemático y exhaustivo toda la cobertura de la superficie terrestre llegando a zonas remotas y de difícil acceso como el Ártico o los grandes desiertos.

    Desde los años 70, estos satélites proporcionan los datos e imágenes con los que se han podido observar diferentes procesos ambientales como los siguientes:

    • La extensión y características del hielo en los polos y los glaciares.
    • La sobreexplotación de los acuíferos.
    • La evolución de las masas forestales y la deforestación del Amazonas.
    • El rendimiento y enfermedades de los cultivos.
    • La contaminación en los mares, ríos, embalses y humedales.
    • El nivel del mar y la erosión costera.
    • La evolución de la concentración de CO₂ en la atmósfera y la contaminación del aire.

    Imagen del satélite Landsat-8 (NASA-USGS) de una zona de Utah (EE. UU.) procesada en falso color para identificar diferentes materiales geológicos. Francisco Carreño, Author provided

    La iniciativa española PAZ

    España cuenta con la misión PAZ que es un proyecto del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS), cuyo segmento terreno es propiedad del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

    PAZ cuenta con la tecnología más avanzada en sistemas de teledetección con radar SAR. La ventaja de los sistemas radar SAR es que emiten su propia fuente de iluminación de microondas, por lo que no se ven afectados por las condiciones de luz (día o noche). Además, pueden obtener imágenes en condiciones de cobertura nubosa, complementando la información que se obtienen con los satélites con sensores ópticos o hiperespectrales.

    Las características de estos sistemas hacen que tengan aplicaciones en el ámbito de la hidrología, la agricultura, el estudio de zonas inundadas o la ordenación del territorio.

    Imagen del satélite radar SAR Sentinel-1 del programa europeo Copérnico del 13 de abril de 2018, correspondiente a la zona de Novillas–Pradilla, donde se pueden observar las tierras inundadas en el valle del río Ebro. Carreño y Mata, 2019, Author provided

    La constelación de satélites de observación de la Tierra es la tecnología que permitirá seguir avanzando en el desarrollo de nuevas estrategias eficaces contra la degradación ambiental y realizar una correcta gestión de los recursos naturales para continuar disfrutando de nuestro maravilloso (y misterioso) planeta.

     

    Fuente: Por Francisco Carreño Conde

     

     

  • Cuidando la Tierra desde el espacio

    5 - 7 minutos

    El último censo elaborado por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior contabiliza 2.321 satélites artificiales operativos que orbitan alrededor de la Tierra en la actualidad. De ellos, 1.918 se encuentran entre los 200 y 1.200 km de altitud (en órbita baja terrestre o LEO) y el resto, a 35.000 km de altitud (en órbita geoestacionaria).

    Existen satélites artificiales para realizar comunicaciones de teléfonos, televisión y transferencia de datos. Satélites que asisten a la navegación y posicionamiento. Satélites para el estudio del espacio y el universo, y satélites de observación de la Tierra, diseñados para monitorear y comprender los componentes clave del sistema Tierra y sus interacciones, a través de observaciones globales a largo plazo.

    Nuestro planeta, desde el cosmos

    Las técnicas de teledetección realizan el tratamiento y análisis de las imágenes, y los datos tomados desde estos satélites. Esta tecnología permite así estudiar los procesos que ocurren en la superficie terrestre, las masas de aguas continentales, los océanos, la cobertura vegetal, los glaciares, la atmósfera, y hasta el interior de la Tierra, fundamental para comprender los cambios que se observan en el medio y proponer medidas realistas y eficaces contra la degradación y contaminación ambiental.

    Toda esa información recabada sirve como base para tomar decisiones en la gestión eficiente de los recursos y la planificación en diversos ámbitos: geología y minería, riesgos naturales, agricultura, bosques y espacios naturales, meteorología y climatología u ordenación del territorio, entre otros.

    En los últimos años, las tecnologías de observación de la Tierra han experimentado un desarrollo espectacular debido al lanzamiento de nuevas misiones y a la extensa oferta de imágenes captadas por multitud de sistemas (en muchos de libre adquisición y distribución) a diferentes escalas y resoluciones. Además, estos datos cada vez se integran mejor con los sistemas de geolocalización y cartografía digital denominados Sistemas de Información Geográfica.

    Imagen térmica del satélite Landsat-8 (NASA- USGS), correspondiente al 1 de marzo de 2017, donde se observa la pluma de descarga de las aguas continentales hacia el mar Mediterráneo en el Delta del Ebro. Francisco Carreño, Author provided

    Las misiones y satélites más destacados

    Existen varios programas internacionales de observación y monitorización de la Tierra, tanto de administraciones públicas como de corporaciones privadas. Estos comprenden una serie de misiones de satélites artificiales y de instrumentales científicos en la órbita terrestre, diseñados para realizar observaciones periódicas de su superficie.

    Los dos programas de observación de la Tierra más importantes, por la cobertura global de sus imágenes y la posibilidad de acceder y descargar gratuitamente por cualquier usuario, son:

    • El Sistema de Observación de la Tierra (su acrónimo en inglés es EOS) de la NASA. Concebido en la década de 1980, comenzó a tomar forma a principios de los años 90, y ahora cuenta con la red de satélites más importante diseñados para la observación continua y precisa de la superficie terrestre, biósfera, atmósfera, y océanos de la Tierra.
    • El programa Copérnico. Liderado por la Comisión Europea (CE) en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), cuenta con más de 30 satélites. Proporcionan información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana.

    La principal ventaja de estos sistemas es la capacidad de los satélites para obtener imágenes en diferentes regiones del espectro electromagnético (visible, infrarrojo, infrarrojo térmico, microondas).

    Además del espectro visible, que solo ocupa una pequeña franja de todo el conjunto espectral, en estas imágenes se puede analizar la respuesta de los componentes de la naturaleza (vegetación, agua, suelo, etc.) en otras regiones del espectro para caracterizar y cuantificar sus propiedades.

    Vigilando la Tierra desde los años 70

    Los satélites de observación de la Tierra monitorizan de modo sistemático y exhaustivo toda la cobertura de la superficie terrestre llegando a zonas remotas y de difícil acceso como el Ártico o los grandes desiertos.

    Desde los años 70, estos satélites proporcionan los datos e imágenes con los que se han podido observar diferentes procesos ambientales como los siguientes:

    • La extensión y características del hielo en los polos y los glaciares.
    • La sobreexplotación de los acuíferos.
    • La evolución de las masas forestales y la deforestación del Amazonas.
    • El rendimiento y enfermedades de los cultivos.
    • La contaminación en los mares, ríos, embalses y humedales.
    • El nivel del mar y la erosión costera.
    • La evolución de la concentración de CO₂ en la atmósfera y la contaminación del aire.

    Imagen del satélite Landsat-8 (NASA-USGS) de una zona de Utah (EE. UU.) procesada en falso color para identificar diferentes materiales geológicos. Francisco Carreño, Author provided

    La iniciativa española PAZ

    España cuenta con la misión PAZ que es un proyecto del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS), cuyo segmento terreno es propiedad del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

    PAZ cuenta con la tecnología más avanzada en sistemas de teledetección con radar SAR. La ventaja de los sistemas radar SAR es que emiten su propia fuente de iluminación de microondas, por lo que no se ven afectados por las condiciones de luz (día o noche). Además, pueden obtener imágenes en condiciones de cobertura nubosa, complementando la información que se obtienen con los satélites con sensores ópticos o hiperespectrales.

    Las características de estos sistemas hacen que tengan aplicaciones en el ámbito de la hidrología, la agricultura, el estudio de zonas inundadas o la ordenación del territorio.

    Imagen del satélite radar SAR Sentinel-1 del programa europeo Copérnico del 13 de abril de 2018, correspondiente a la zona de Novillas–Pradilla, donde se pueden observar las tierras inundadas en el valle del río Ebro. Carreño y Mata, 2019, Author provided

    La constelación de satélites de observación de la Tierra es la tecnología que permitirá seguir avanzando en el desarrollo de nuevas estrategias eficaces contra la degradación ambiental y realizar una correcta gestión de los recursos naturales para continuar disfrutando de nuestro maravilloso (y misterioso) planeta.

     

    Fuente:   Autor:Francisco Carreño Conde

     

     

     

  • Cuidando la Tierra desde el espacio

    6 - 8 minutos

     Los datos de satélite permiten a los científicos observar la evolución de los incendios. Joshua Stevens / NASA Earth Observatory

    El último censo elaborado por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior contabiliza 2.321 satélites artificiales operativos que orbitan alrededor de la Tierra en la actualidad. De ellos, 1.918 se encuentran entre los 200 y 1.200 km de altitud (en órbita baja terrestre o LEO) y el resto, a 35.000 km de altitud (en órbita geoestacionaria).

    Existen satélites artificiales para realizar comunicaciones de teléfonos, televisión y transferencia de datos. Satélites que asisten a la navegación y posicionamiento. Satélites para el estudio del espacio y el universo, y satélites de observación de la Tierra, diseñados para monitorear y comprender los componentes clave del sistema Tierra y sus interacciones, a través de observaciones globales a largo plazo.

    Nuestro planeta, desde el cosmos

    Las técnicas de teledetección realizan el tratamiento y análisis de las imágenes, y los datos tomados desde estos satélites. Esta tecnología permite así estudiar los procesos que ocurren en la superficie terrestre, las masas de aguas continentales, los océanos, la cobertura vegetal, los glaciares, la atmósfera, y hasta el interior de la Tierra, fundamental para comprender los cambios que se observan en el medio y proponer medidas realistas y eficaces contra la degradación y contaminación ambiental.

    Toda esa información recabada sirve como base para tomar decisiones en la gestión eficiente de los recursos y la planificación en diversos ámbitos: geología y minería, riesgos naturales, agricultura, bosques y espacios naturales, meteorología y climatología u ordenación del territorio, entre otros.

    En los últimos años, las tecnologías de observación de la Tierra han experimentado un desarrollo espectacular debido al lanzamiento de nuevas misiones y a la extensa oferta de imágenes captadas por multitud de sistemas (en muchos de libre adquisición y distribución) a diferentes escalas y resoluciones. Además, estos datos cada vez se integran mejor con los sistemas de geolocalización y cartografía digital denominados Sistemas de Información Geográfica.

    Imagen térmica del satélite Landsat-8 (NASA- USGS), correspondiente al 1 de marzo de 2017, donde se observa la pluma de descarga de las aguas continentales hacia el mar Mediterráneo en el Delta del Ebro. Francisco Carreño, Author provided

    Las misiones y satélites más destacados

    Existen varios programas internacionales de observación y monitorización de la Tierra, tanto de administraciones públicas como de corporaciones privadas. Estos comprenden una serie de misiones de satélites artificiales y de instrumentales científicos en la órbita terrestre, diseñados para realizar observaciones periódicas de su superficie.

    Los dos programas de observación de la Tierra más importantes, por la cobertura global de sus imágenes y la posibilidad de acceder y descargar gratuitamente por cualquier usuario, son:

    • El Sistema de Observación de la Tierra (su acrónimo en inglés es EOS) de la NASA. Concebido en la década de 1980, comenzó a tomar forma a principios de los años 90, y ahora cuenta con la red de satélites más importante diseñados para la observación continua y precisa de la superficie terrestre, biósfera, atmósfera, y océanos de la Tierra.
    • El programa Copérnico. Liderado por la Comisión Europea (CE) en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), cuenta con más de 30 satélites. Proporcionan información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana.

    La principal ventaja de estos sistemas es la capacidad de los satélites para obtener imágenes en diferentes regiones del espectro electromagnético (visible, infrarrojo, infrarrojo térmico, microondas).

    Además del espectro visible, que solo ocupa una pequeña franja de todo el conjunto espectral, en estas imágenes se puede analizar la respuesta de los componentes de la naturaleza (vegetación, agua, suelo, etc.) en otras regiones del espectro para caracterizar y cuantificar sus propiedades.

    Vigilando la Tierra desde los años 70

    Los satélites de observación de la Tierra monitorizan de modo sistemático y exhaustivo toda la cobertura de la superficie terrestre llegando a zonas remotas y de difícil acceso como el Ártico o los grandes desiertos.

    Desde los años 70, estos satélites proporcionan los datos e imágenes con los que se han podido observar diferentes procesos ambientales como los siguientes:

    • La extensión y características del hielo en los polos y los glaciares.
    • La sobreexplotación de los acuíferos.
    • La evolución de las masas forestales y la deforestación del Amazonas.
    • El rendimiento y enfermedades de los cultivos.
    • La contaminación en los mares, ríos, embalses y humedales.
    • El nivel del mar y la erosión costera.
    • La evolución de la concentración de CO₂ en la atmósfera y la contaminación del aire.

    Imagen del satélite Landsat-8 (NASA-USGS) de una zona de Utah (EE. UU.) procesada en falso color para identificar diferentes materiales geológicos. Francisco Carreño, Author provided

    La iniciativa española PAZ

    España cuenta con la misión PAZ que es un proyecto del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS), cuyo segmento terreno es propiedad del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

    PAZ cuenta con la tecnología más avanzada en sistemas de teledetección con radar SAR. La ventaja de los sistemas radar SAR es que emiten su propia fuente de iluminación de microondas, por lo que no se ven afectados por las condiciones de luz (día o noche). Además, pueden obtener imágenes en condiciones de cobertura nubosa, complementando la información que se obtienen con los satélites con sensores ópticos o hiperespectrales.

    Las características de estos sistemas hacen que tengan aplicaciones en el ámbito de la hidrología, la agricultura, el estudio de zonas inundadas o la ordenación del territorio.

    Imagen del satélite radar SAR Sentinel-1 del programa europeo Copérnico del 13 de abril de 2018, correspondiente a la zona de Novillas–Pradilla, donde se pueden observar las tierras inundadas en el valle del río Ebro. Carreño y Mata, 2019, Author provided

    La constelación de satélites de observación de la Tierra es la tecnología que permitirá seguir avanzando en el desarrollo de nuevas estrategias eficaces contra la degradación ambiental y realizar una correcta gestión de los recursos naturales para continuar disfrutando de nuestro maravilloso (y misterioso) planeta.

    Fuente:   Investigador postdoctoral en el Departamento de Biología de la Conservación, Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC)

  • Detectados Anillos Enormes Alrededor de un Agujero Negro

    Detectados Anillos Enormes Alrededor de un Agujero NegroImage Credit: X-ray: NASA/CXC/U.Wisc-Madison/S. Heinz et al.; Optical/IR: Pan-STARRS

     

    Utilizando el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA y el Observatorio Swift de Neil Gehrels los astrónomos han podido observar un espectacular conjunto de anillos alrededor de un agujero negro. Las imágenes de rayos X de los anillos gigantes han revelado nueva información sobre el polvo ubicado en nuestra Galaxia, utilizando un principio similar a los rayos X realizados en consultorios médicos y aeropuertos.

    El agujero negro es parte de un sistema binario llamado V404 Cygni, ubicado a unos 7.800 años luz de distancia de la Tierra. El agujero negro está alejando activamente material de una estrella compañera, con aproximadamente la mitad de la masa del Sol, en un disco alrededor del objeto invisible. Este material brilla en rayos X, por lo que los astrónomos se refieren a estos sistemas como "binarios de rayos X".

    El 5 de Junio de 2015, Swift descubrió una ráfaga de rayos X de V404 Cygni. La explosión creó los anillos de alta energía a partir de un fenómeno conocido como ecos de luz. En lugar de ondas de sonido que rebotan en la pared de un cañón, los ecos de luz alrededor de V404 Cygni se produjeron cuando una ráfaga de rayos X del sistema del agujero negro rebotó en las nubes de polvo entre V404 Cygni y la Tierra. El polvo cósmico no es como el polvo doméstico, sino más bien como el humo y está formado por pequeñas partículas sólidas.

    En una nueva imagen compuesta, los rayos X de Chandra (azul claro) se han combinado con datos ópticos del telescopio Pan-STARRS en Hawai que muestran las estrellas en el campo de visión. La imagen contiene ocho anillos concéntricos separados. Cada anillo es creado por rayos X de las llamaradas V404 Cygni observadas en 2015 que se reflejan en diferentes nubes de polvo.

    El equipo analizó 50 observaciones de Swift realizadas en 2015 entre el 30 deJjunio y el 25 de Agosto. El Chandra observó el sistema el 11 y el 25 de Julio. Fue un evento tan brillante que los operadores del Chandra colocaron a propósito el V404 Cygni entre los detectores para que otra ráfaga brillante no dañara el instrumento.

    Los anillos informan a los astrónomos no solo sobre el comportamiento del agujero negro, sino también sobre el paisaje entre V404 Cygni y la Tierra. Por ejemplo, el diámetro de los anillos en los rayos X revela las distancias a las nubes de polvo intermedias en las que la luz rebotó. Si la nube está más cerca de la Tierra, el anillo parece ser más grande y viceversa. Los ecos de luz aparecen como anillos estrechos en lugar de anillos o halos anchos porque el estallido de rayos X duró solo un período de tiempo relativamente corto.

    Los investigadores también utilizaron los anillos para probar las propiedades de las propias nubes de polvo. Los autores compararon los espectros de rayos X, es decir, el brillo de los rayos X en un rango de longitudes de onda, con modelos informáticos de polvo con diferentes composiciones. Diferentes composiciones de polvo darán como resultado diferentes cantidades de rayos X de menor energía que se absorberán y evitarán que se detecten con el Chandra. Este es un principio similar a cómo diferentes partes de nuestro cuerpo o nuestro equipaje absorben diferentes cantidades de rayos X, dando información sobre su estructura y composición.

    El equipo determinó que lo más probable es que el polvo contenga mezclas de grafito y granos de silicato. Además, al analizar los anillos internos con el Chandra, descubrieron que las densidades de los cambios de las nubes de polvo no son uniformes en todas las direcciones.

    Más información en:

    http://www.nasa.gov/chandra

    Fuente:  Editor: Lee Mohon

  • El nuevo observatorio del sistema terrestre de la NASA ayudará a abordar y mitigar el cambio climático

    El nuevo Observatorio del Sistema Terrestre de la NASA orientará los esfuerzos relacionados con el cambio climático, la mitigación de catástrofes, la lucha contra los incendios forestales y la mejora de los procesos agrícolas en tiempo real, lo que incluye ayudar a comprender mejor los huracanes de categoría 4 a 5, como el huracán María, que se muestra aquí en una imagen térmica de 2017 captada por el satélite Terra de la NASA. Créditos: NASA

    La NASA diseñará un conjunto de misiones centradas en la Tierra para proporcionar información importante que guíe los esfuerzos relacionados con el cambio climático, la mitigación de desastres, la lucha contra los incendios forestales y la mejora de los procesos agrícolas en tiempo real. Con el Observatorio del Sistema Terrestre, cada satélite se diseñará de forma única para complementar a los demás, trabajando en conjunto para crear una visión holística y en 3D de la Tierra, desde el lecho de roca hasta la atmósfera. 

    "He visto de cerca el impacto que tienen los huracanes que se han hecho más fuertes y destructivos por el cambio climático, como María e Irma.

    "Durante las últimas tres décadas, gran parte de lo que hemos aprendido sobre el clima cambiante de la Tierra se basa en las observaciones e investigaciones de los satélites de la NASA. El nuevo Observatorio del Sistema Terrestre de la NASA ampliará ese trabajo, proporcionando al mundo una comprensión sin precedentes de nuestro sistema climático de la Tierra, preparándonos con datos de próxima generación críticos para mitigar el cambio climático, y proteger a nuestras comunidades frente a los desastres naturales."

    El observatorio sigue las recomendaciones de la Encuesta Decenal de Ciencias de la Tierra de 2017 de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, que establece una guía de investigación y observación ambiciosa pero críticamente necesaria. 

    Las áreas de interés para el observatorio incluyen: 

    • Aerosoles: Responder a la pregunta crítica de cómo afectan los aerosoles al balance energético global, una causa clave de incertidumbre en la predicción del cambio climático.
    • Nubes, convección y precipitación: Abordar las mayores fuentes de incertidumbre en las proyecciones futuras del cambio climático, la predicción de la calidad del aire y la predicción del tiempo severo.
    • Cambio de masas: Evaluación y predicción de sequías, planificación del uso del agua para la agricultura y apoyo a la respuesta a los riesgos naturales.
    • Biología y geología de la superficie: Comprender los cambios climáticos que afectan a la alimentación y la agricultura, la vivienda y los recursos naturales, respondiendo a preguntas abiertas sobre los flujos de carbono, agua, nutrientes y energía dentro de los ecosistemas y entre ellos y la atmósfera, el océano y la Tierra.
    • Desplazamientos y cambios en la superficie: Determinar los modelos de cambio del nivel del mar y del paisaje debido al cambio climático, la previsión de riesgos y la evaluación del impacto de las catástrofes, incluida la dinámica de los terremotos, los volcanes, los corrimientos de tierra, los glaciares, las aguas subterráneas y el interior de la Tierra.

    La NASA está iniciando actualmente la fase de diseño del observatorio. Entre sus primeros aspectos se encuentra la asociación de la NASA con la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), que reúne dos tipos diferentes de sistemas de radar que pueden medir cambios en la superficie de la Tierra de menos de un centímetro y medio. Esta capacidad se utilizará en una de las primeras misiones del observatorio, llamada NISAR (radar de apertura sintética NASA-ISRO). Esta misión medirá algunos de los procesos más complejos del planeta, como el colapso de las capas de hielo y los riesgos naturales, como los terremotos, los volcanes y los corrimientos de tierra. NISAR puede ayudar a los planificadores y a los responsables de la toma de decisiones a gestionar tanto los peligros como los recursos naturales en el futuro.

    Fuente:  May 24, 2021

     

  • El programa de ciencia ciudadana de la NASA se amplía: 23 nuevas becas concedidas para la investigación científica y la colaboración con el ciudadano

     

    La nueva aplicación GLOBE Observer de la NASA permite que cualquiera se convierta en un ciudadano científico recogiendo observaciones de las nubes.

    Créditos: NASA GLOBE Observer

    Los proyectos de ciencia ciudadana financiados por la NASA han contado con la participación de aproximadamente 1,5 millones de voluntarios y han dado lugar a miles de descubrimientos científicos y a numerosas publicaciones científicas. La mayoría de los proyectos no requieren conocimientos previos, experiencia o herramientas especiales más allá de un ordenador o un teléfono móvil. Los voluntarios se sumaron para conocer a otros entusiastas de la ciencia, explorar nuevas fronteras del conocimiento y hacer contribuciones duraderas a la humanidad.  

    "La selección de estas nuevas propuestas mejorará en gran medida el Programa de Ciencia Ciudadana de la NASA", dijo el Dr. Marc Kuchner, responsable de ciencia ciudadana de la NASA. "Estamos deseando dar la bienvenida y apoyar a estos nuevos científicos y su experiencia. Su participación nos permitirá seguir acercándonos a personas de todo el mundo que están interesadas en aprender y contribuir a la ciencia, la investigación y los descubrimientos." 

    Las selecciones de los premios fueron realizadas por múltiples divisiones dentro de la Dirección de Misiones Científicas (SMD) y la Oficina de Participación STEM (OSTEM) de la agencia, apoyando las áreas de disciplina científica de la ciencia de la Tierra, la astrofísica, la ciencia planetaria y la heliofísica. 

    ¿Eres un investigador que quiere participar en el programa de Ciencia Ciudadana de la NASA? El Programa de Financiación de la Ciencia Ciudadana de este año está aceptando propuestas. La fecha límite para solicitarlo es el 15 de diciembre de 2021. ¿Eres una persona curiosa que busca participar en el descubrimiento científico? Consulta la lista de proyectos activos de ciencia ciudadana de la NASA. 

    La lista de nuevos beneficiarios incluye:  

    Oportunidades del Programa de Ciencia Ciudadana para Sistemas Terrestres (CSESP) 

    Las oportunidades del CSESP se centran en el desarrollo y la ejecución de proyectos que aprovechan las contribuciones de los miembros del público en general para avanzar en nuestra comprensión de la Tierra como un sistema. 

    Las propuestas para la convocatoria de 2020 debían demostrar un vínculo claro entre la ciencia ciudadana y los sistemas de observación de la NASA para hacer avanzar la misión de la agencia en materia de ciencias de la Tierra. Se financiaron ocho proyectos: siete para la recopilación de nuevos datos y uno para el uso y la mejora de los datos de ciencia ciudadana existentes.  

    • Community Science Project Leveraging Online and User Data through GLOBE and Zooniverse Engagement (CLOUD GAZE), Marile Colon Robles, Science Systems and Applications, Inc. at NASA’s Langley Research Center in Hampton, Virginia.
    • Using Citizen Science Observations to Monitor the Rain-Snow Transition of the Western US and Improve Satellite Estimates of Precipitation Phase, Keith Jennings, Lynker Technologies LLC in Leesburg, Virginia.
    • Collaboration with Citizen Scientists to Enhance Open Ocean and Coastal Observations and Sampling and to Augment Impacts and Utility of Remote Sensing for Physical, Biological, Ecological, and Environmental Studies and Applications, Nikolai Maximenko, University of Hawaii, Honolulu.
    • Engaging Citizen Scientists to Monitor Water Quality in Chesapeake Bay, Patrick Neale, Smithsonian Institution in Washington.
    • Lake Observations from Citizen Scientists and Satellites: Validation of Satellite Altimetry to Support Hydrologic Science, Tamlin Pavelsky, University of North Carolina, Chapel Hill.
    • Community Eyes on River Ice – Broadening Participation in Freshwater Ice Observation to Support Hydrologic Research, River Forecasting, and Winter Travel Safety, Katie Spellman, University of Alaska, Fairbanks.
    • FjordPhyto: Engaging Tourists to Understand Polar Phytoplankton Dynamics Using Field and Satellite Observations, Maria Vernet, University of California, San Diego.
    • Can Citizen Science and Low-Cost Sensors Help Improve Earth System Data? Assessing High Frequency Geostationary Air Quality Observations, Prakash Doraiswamy, Research Triangle Institute in Washington.

    Citizen Science Seed Funding Program (CSSFP) 

    The CSSFP aims to support scientists and other experts to develop citizen science projects relevant to NASA's Astrophysics, Heliophysics and Planetary Science Research Programs and the Biological and Physical Sciences Division. Nine new projects were recently selected:

    • Mars Mesospheric Cloud Citizen Science, Armin Kleinboehl, NASA's Jet Propulsion Laboratory (JPL) in Southern California.
    • A Citizen Science Project to Study Electrical Discharges Above Thunderstorms – An Electric Fairy Tale, Burcu Kosar, Catholic University of America in Washington.
    • Heliophysics Audified: Resonances in Plasmas (HARP), Michael Hartinger, Space Science Institute in Boulder, Colorado. 
    • Goldstone Apple Valley Radio Telescope (GAVRT) Solar Patrol: Radio Maps of Sun at Centimeter Wavelengths, Lisa Lamb, The Lewis Center for Educational Research in Apple Valley, California.
    • Planning the Citizen Continental-America Telescopic Eclipse Experiment (Citizen CATE) for the 2024 Total Solar Eclipse, Amir Caspi, Southwest Research Institute in San Antonio, Texas. 
    • Disk Detective v2.0: Identifying Unusual Circumstellar Disks Via Citizen Science, Claude Canizare, Massachusetts Institute of Technology in Cambridge, Massachusetts.
    • Backyard Worlds: Cool Neighbors – Discovering Extreme Brown Dwarfs through Citizen Science, Aaron Meisner, Association of Universities for Research in Astronomy in Washington.
    • Redshift Wrangler – Citizen Science Analysis of Extragalactic Spectroscopy, Jeyhan Kartaltepe, Rochester Institute of Technology in Rochester, New York.
    • Leveraging a Zooniverse Discovery to Diagnose a Dominant Mode of Star Formation and Provide a CURE for Introductory Astronomy Students, Kathryn Devine, The College of Idaho in Caldwell, Idaho. 

    Established Program to Stimulate Competitive Research (EPSCoR) Opportunities 

    EPSCoR develops partnerships among NASA research missions and programs, academic institutions, and industry. The program helps awardees establish long-term academic research enterprises that will be self-sustaining, competitive, and will contribute to their local and state economic viability and development. EPSCoR is managed by NASA's Office of STEM Engagement.

    The four newly selected proposals will broaden participation of underrepresented audiences and strengthen the research capability of institutions in underfunded jurisdictions, while also funding studies critical to NASA’s mission.

    • Assessing Citizen Science Labeling to Improve Training Data Quality for Land Cover Protocols within the GLOBE Observer Community, Byung S. Lee, University of Vermont in Burlington.
    • Hack the Land Out of Them: Obtaining Land Cover Classifications from GLOBE Observer Photographs, Paulo Oemig, New Mexico. 
    • Uncertainty Aware Few Shot Learning from Citizen Science Data and Bayesian Deep Neural Network for Land Cover Image Classification, Dr. Vidya Manian, University of Puerto Rico at Mayaguez. 
    • A Meta-Learning Framework for Characterizing and Accessing Training Data for GLOBE Observer Mosquito and Land Cover Protocols, Di Yang, University of Wyoming in Laramie.

    eXoplanets Research Program (XRP) Opportunities 

    XRP supports scientific investigations, including citizen science, focused on exoplanets and exoplanetary systems. 

    • Exoplanet Patrol – A Uniform Catalog of Planets from TESS Full Frame Images, Elisa Victoria Quintana, NASA’s Goddard Space Flight Center in Greenbelt, Maryland.

    Science Activation (SciAct) Program Integration

    The Science Activation Program is a cooperative network of competitively selected teams across the Nation that connect NASA science experts, real content, and experiences with community leaders to do science in ways that activate minds and promote deeper understanding of our world and beyond. 

    SciAct selected nine new awardees, including one citizen science project, to join a network of 21 that received extensions into the next phase of the program.

    For more information on NASA’s citizen science programs, please visit: 

    https://science.nasa.gov/citizenscience

    Last Updated: Jul 1, 2021

    Editor: Tricia Talbert

  • El sorprendente papel de la Agencia Espacial en la agricultura

    Todo el mundo necesita comer 

    La comida es una necesidad básica, y está en el corazón de toda sociedad humana y de todo lo que sentimos como nuestro hogar. También representa una de nuestras conexiones más importantes con la Tierra. Los cultivos y los productos animales, ya sean recogidos del océano o de la tierra, criados en granjas grandes y pequeñas, en vastos campos o en nuestros patios traseros y comunidades urbanas, dependen de la luz solar, el agua y el suelo para crecer y prosperar. 

    Producir alimentos siempre ha sido un reto, y en el siglo XXI, el cambio climático provocado por el hombre está afectando ya a la seguridad alimentaria por el aumento de las temperaturas, la frecuencia de los fenómenos extremos y el cambio de los patrones de precipitación. Esto está aumentando el riesgo de interrupción del suministro de alimentos al desplazar las zonas de cultivo y de pastoreo, reduciendo el acceso al agua y el rendimiento de los alimentos, todo lo cual contribuye a cambiar el escenario de nuestro suministro de alimentos y agua. 

    Además, más de 800 millones de personas padecen hambre crónica en todo el mundo. Se calcula que en 2050 la población mundial aumentará a 10.000 millones de personas. A medida que la población -y la demanda de alimentos- sigue creciendo, necesitamos formas innovadoras de alimentar al mundo.            

    Los datos de la NASA son fundamentales

    En la era de los satélites, los conocimientos de observación de la Tierra se han convertido cada vez más en parte del proceso de producción de alimentos. Gracias a las observaciones desde el espacio y las aeronaves, combinadas con una modelización informática de alto nivel, los científicos de la NASA trabajan con organismos asociados, organizaciones, agricultores, ganaderos, pescadores y responsables de la toma de decisiones para compartir nuestra comprensión de la relación entre el sistema terrestre y los entornos que nos proporcionan alimentos. 

    Trabajando con las poblaciones locales y los responsables de la toma de decisiones para determinar sus necesidades y cómo pueden utilizar mejor los datos de observación de la Tierra, la NASA ayuda a quienes se ocupan de cuestiones como la gestión del agua para el riego, la identificación de los tipos de cultivos y el uso de la tierra, la vigilancia de la calidad del agua de las costas y los lagos, la preparación para la sequía y las alertas tempranas de hambruna. 

    En las próximas semanas, compartiremos las historias de personas en Estados Unidos y en el extranjero sobre cómo utilizan los datos de la NASA, por ejemplo:

    - Cómo utilizan la información científica de la NASA para ayudar a planificar y afrontar las temporadas de cultivo ante la sequía y la escasez de agua. 

    - Cómo la información de las ciencias de la Tierra les ayuda a desarrollar prácticas agrícolas y acuícolas más sostenibles. 

    - Cómo las organizaciones asociadas, como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, utilizan los datos de la NASA para alcanzar sus objetivos de mantenimiento y seguimiento de los cultivos y productos básicos en todo el mundo. 

    Además, nos introduciremos en la ciencia que hace posible todo esto, presentaremos las misiones satelitales actuales y futuras que recogen estos datos esenciales y esperaremos el lanzamiento de la novena misión Landsat, una misión conjunta con el Servicio Geológico de Estados Unidos. El programa Landsat tiene un historial sin precedentes de casi 50 años de observaciones continuas de la Tierra y es uno de los satélites esenciales que proporcionan datos para la agricultura. 

    Landsat 9, junto con otras misiones de ciencias de la Tierra de la NASA, las agencias asociadas y las misiones de próxima generación del Observatorio del Sistema Terrestre de la NASA, proporcionarán una información crucial en ciencias de la Tierra durante la próxima década. Estas misiones recopilarán información sobre los sistemas de la Tierra desde encima de nuestras cabezas hasta debajo de nuestros pies; la atmósfera, el agua, la superficie terrestre, la humedad del suelo y las aguas subterráneas bajo la superficie de la Tierra. Toda esta información y las investigaciones mejorarán nuestra comprensión de cómo estas diferentes partes del medio ambiente interactúan y funcionan como un sistema, ayudarán a las comunidades y a los responsables en la toma de decisiones a todos los niveles, a reforzar la resistencia al clima y la adaptación de los sistemas agrícolas en todas las dimensiones de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, estabilidad y utilización. 

    Banner: Un collage de fotos, imágenes científicas y dibujos lineales que representan los datos de la Tierra y las conexiones agrícolas. Crédito: NASA

     Fuente:  Last Updated: Jul 26, 2021 Editor: Sofie Bates

  • La NASA presenta un nuevo plan de transición de la Estación Espacial Internacional

    4 - 5 minutos

    La Estación Espacial Internacional es un laboratorio único que está aportando enormes avances científicos, educativos y tecnológicos para el beneficio de la población y está permitiendo la posibilidad de viajar al espacio profundo. El compromiso de la Administración Biden-Harris de  extender las operaciones de la estación espacial  hasta 2030 permitirá que Estados Unidos continúe cosechando estos beneficios durante la próxima década mientras la industria estadounidense desarrolla destinos comerciales y mercados para una economía espacial próspera.  

    Mientras la NASA espera una década de resultados de investigación y desarrollo tecnológico a bordo de la Estación Espacial Internacional, la agencia está tomando medidas para garantizar una transición con éxito a los servicios comerciales. En respuesta a la dirección del Congreso, la NASA ahora ha proporcionado un Informe de Transición de la Estación Espacial Internacional actualizado que detalla los objetivos para la próxima década que conduzcan a una transición sin problemas para los servicios comerciales.

    “La Estación Espacial Internacional está entrando en su tercera y más productiva década como una plataforma científica innovadora en microgravedad”, dijo Robyn Gatens. “Esta tercera década es la de los resultados, basada en nuestra exitosa asociación global para verificar las tecnologías de exploración e investigación humana para apoyar la exploración del espacio profundo, continuar produciendo beneficios médicos y ambientales a la humanidad y sentar las bases para un futuro comercial en la Tierra en órbita terrestre baja. Esperamos maximizar estos retornos de la estación espacial hasta 2030 mientras planificamos la transición a los destinos espaciales comerciales”. 

    Hoy en día, con los sistemas de transporte de carga y tripulación comercial de EE. UU., la estación está más ocupada que nunca. El Laboratorio Nacional de la ISS, responsable de utilizar el 50 por ciento de los recursos de la NASA a bordo de la estación espacial, alberga cientos de experimentos de otras agencias gubernamentales, instituciones académicas y usuarios comerciales para generar beneficios para las personas y la industria en tierra. Mientras tanto, las actividades de investigación y desarrollo de la NASA a bordo están avanzando en las tecnologías y los procedimientos que serán necesarios para enviar a la primera mujer y persona de color a la Luna y los primeros humanos a Marte.  

    La ampliación de las operaciones hasta 2030 continuará devolviendo estos beneficios a los Estados Unidos y a la humanidad en su conjunto mientras se prepara para una transición exitosa de capacidades a uno o más destinos LEO de propiedad y operación comercial (CLD). La NASA ha firmado un contrato para que los módulos comerciales se acoplen a un puerto de conexión de la estación espacial y ha adjudicado contratos de actividades espaciales para el diseño de tres estaciones espaciales comerciales de vuelo libre. La industria estadounidense está desarrollando estos destinos comerciales para que comiencen a operar a finales de la década de 2020, tanto para clientes del gobierno como del sector privado, al mismo tiempo que las operaciones de la estación espacial, para garantizar que estas nuevas capacidades puedan satisfacer las necesidades de Estados Unidos y sus socios.

    “El sector privado es técnica y financieramente capaz de desarrollar y realizar destinos comerciales en órbita terrestre baja, con la asistencia de la NASA. Esperamos compartir nuestras lecciones aprendidas y experiencia operativa con el sector privado para ayudarlos a desarrollar viajes en el espacio seguros, confiables y rentables”, dijo Phil McAlister.  "El informe que hemos entregado al Congreso describe, en detalle, nuestro plan integral para garantizar una transición sin problemas a los destinos comerciales tras la retirada de la Estación Espacial Internacional en 2030".

    El objetivo de la NASA es ser uno de los muchos clientes de estos proveedores de destinos comerciales, comprando solo los bienes y servicios que la agencia necesite. Los destinos comerciales, junto con la tripulación comercial y el transporte de carga, proporcionarán la columna vertebral de la economía de la órbita terrestre baja después de que se retire la Estación Espacial Internacional.

    La decisión de ampliar las actividades y las recientes adjudicaciones de la NASA para el desarrollo de estaciones espaciales comerciales garantizan conjuntamente una presencia humana ininterrumpida y continua, así como capacidades; ambas son facetas fundamentales del plan de transición de la Estación Espacial Internacional de la NASA.

    ISS 2030: la NASA amplía las operaciones de la Estación Espacial Internacional

     Fuente:  Montaje: Erin Mahoney

  • La NASA y Axiom Acuerdan la Primera Misión Privada de Astronautas a la ISS

    4 - 5 minutos
    Image Credit: NASA/Roscosmos

    La NASA y Axiom Space han firmado un acuerdo para que la primera misión privada de astronautas a la Estación Espacial Internacional tenga lugar a partir de enero de 2022.
    “Estamos emocionados porque más personas tengan la posibilidad de hacer vuelos a la Estación Espacial”, dijo Kathy Lueders, administradora asociada de exploración humana y operaciones en la Sede de la NASA. "Uno de nuestros objetivos originales con el Programa de Tripulación Comercial, y nuevamente con nuestro Programa Comercial en la órbita terrestre baja, es que nuestros proveedores tengan clientes distintos de la NASA para hacer crecer una economía comercial en la órbita baja terrestre".

    El vuelo espacial, bautizado con el nombre de Axiom Mission 1 (Ax-1), se lanzará desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida y volará a la Estación Espacial Internacional. Una vez acoplados, los astronautas de Axiom pasarán ocho días a bordo del laboratorio orbital. Los planificadores de la misión de la NASA y Axiom coordinarán las actividades en órbita para que los astronautas privados las realicen en coordinación con los miembros de la tripulación de la Estación Espacial y los controladores de vuelo en tierra.

    Axiom asumirá servicios para la misión de la NASA, como suministros para la tripulación, entrega de carga al espacio, almacenamiento y otros recursos en órbita para uso diario. La NASA pagará a Axiom por el transporte de las muestras científicas en el vuelo de regreso a la Tierra.

    "La primera tripulación privada en visitar la Estación Espacial Internacional es un momento decisivo en la expansión de la humanidad fuera del planeta y nos complace asociarnos con la NASA para hacerlo realidad", dijo el presidente y director ejecutivo de Axiom, Michael Suffredini. "Un mercado comercial muy prometedor en órbita baja terrestre comienza con la expansión del acceso a usuarios tradicionales, y ese es exactamente el objetivo de nuestras misiones privadas de astronautas".

    La NASA ha abierto la Estación Espacial para actividades comerciales, incluidas misiones privadas de astronautas, como parte de su plan para desarrollar una economía sólida y competitiva en la órbita baja terrestre. Las necesidades de la agencia para lograr ese objetivo, como la investigación sobre los efectos del entorno espacial en los seres humanos, el desarrollo de tecnología y las pruebas de la tripulación en vuelo, permanecerán vigentes después del retiro de la Estación Espacial Internacional. Las entidades comerciales pueden satisfacer esas necesidades, proporcionando destinos y capacidades de transporte. Habilitar Ax-1 es un paso importante para estimular la demanda de servicios comerciales de vuelos espaciales tripulados para que la NASA pueda ser uno de los muchos clientes en la órbita baja terrestre.

    Para la misión Axe-1, Axiom ha propuesto a Michael López-Alegría, Larry Connor, Mark Pathy y Eytan Stibbe como miembros principales de la tripulación. Estos astronautas privados serán formados por la NASA y sus socios internacionales, como es habitual para cualquier tripulación de la Estación Espacial, y se someterán a pruebas de calificación médica de la NASA para ser aprobados para el vuelo. López-Alegría servirá como comandante de la misión, con Peggy Whitson y John Shoffner como suplentes.

    Una vez que la tripulación propuesta pase la revisión y la calificación, los cuatro miembros se entrenarán para su vuelo con la NASA, socios internacionales y SpaceX, que Axiom ha contratado como proveedor de lanzamiento para el transporte a la Estación Espacial. Los instructores familiarizarán a los astronautas privados con los sistemas, procedimientos y preparación para emergencias de la Estación Espacial y la nave espacial Crew Dragon. Según la planificación actual de la misión, los entrenamientos están programados para comenzar este verano.

    Continúa el desarrollo y crecimiento de la economía de la órbita baja terrestre. En enero de 2020, la NASA seleccionó a Axiom para proporcionar al menos un módulo comercial habitable que se conectará al puerto delantero del módulo Harmony de la Estación Espacial Internacional a fines de 2024. Más recientemente, la NASA anunció que la agencia está buscando información de la industria sobre futuros destinos comerciales en la órbita baja terrestre que proporcionarán servicios, como entrenamiento de tripulaciones, investigación científica y desarrollo de sistemas avanzados para astronautas y clientes gubernamentales y del sector privado.

    Durante más de 20 años, la NASA ha apoyado la presencia humana continua de EE.UU. en la órbita baja terrestre. El objetivo de la agencia es un mercado en la órbita baja terrestre donde la NASA es uno de los muchos clientes y el sector privado lidera el camino. Esta estrategia proporcionará los servicios que el gobierno necesita a un costo menor, lo que permitirá a la agencia concentrarse en sus misiones Artemisa a la Luna y a Marte mientras continúa utilizando la órbita baja terrestre como campo de entrenamiento y pruebas para esas misiones en el espacio profundo.

    Fuente: NASAPublicado 10/5/2021

  • La NASA y la FEMA organizarán en octubre una serie de conferencias sobre la lucha contra el cambio climático


    Un modelo de supercomputadora de la NASA muestra cómo los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), uno de los principales impulsores del calentamiento global, fluctúan en la atmósfera terrestre a lo largo del año. Las concentraciones más altas se muestran en rojo.
    Créditos: Estudio de Visualización Científica de la NASA / Oficina de Modelización y Asimilación Global de la NASA

    La NASA y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) serán coanfitriones de las Alianzas para la Acción Climática, una serie virtual para abordar la creciente demanda de información precisa, oportuna y procesable en un momento de rápido cambio climático global. El primer evento, en el que participará el administrador de la NASA, Bill Nelson, tendrá lugar el miércoles 6 de octubre a mediodía, hora del este, y se transmitirá en directo en el sitio web de la agencia.

    Los participantes podrán conocer los avances en la investigación sobre el clima, relacionarse con sus homólogos del sector e identificar oportunidades de colaboración. La serie es gratuita y está abierta al público.

    Nelson y otros líderes del gobierno, incluyendo funcionarios electos, así como representantes de organizaciones no gubernamentales y de la industria, discutirán las oportunidades durante la conferencia para ayudar a abordar y mitigar el cambio climático a través de la investigación y la acción.

    "En la NASA, siempre miraremos hacia arriba y nos moveremos hacia el cosmos, pero el centro de nuestra misión es proteger el planeta que llamamos hogar", dijo Nelson. "En este momento, los investigadores, científicos y técnicos de la NASA están a la vanguardia de la resiliencia climática de nuestra nación, recogiendo y compartiendo datos que se utilizan para responder a los fenómenos meteorológicos extremos y predecir los que están por venir."

    La serie forma parte del sexto Foro anual de la Red de Asociaciones de la Nación Resiliente de FEMA, que ofrece una oportunidad de colaboración entre una red diversa de socios unidos en su compromiso de ayudar a las comunidades a actuar y ser más resilientes frente a los desastres naturales y los eventos relacionados con el clima.

    Los debates se celebrarán del 6 al 27 de octubre de 12 a 14 horas. La serie abarcará los siguientes temas:

    6 de octubre - Nuestra visión del futuro: Directivos de la FEMA, la NASA y líderes climáticos expondrán su visión del futuro en la acción climática.

    13 de octubre - Cuando el clima mueve a las comunidades: Los participantes se centrarán en la migración climática y la retirada gestionada/estratégica.

    20 de octubre - Historias que inspiran la acción: Este debate reunirá a líderes de organizaciones tribales, religiosas, de justicia medioambiental, artísticas, de defensa de los jóvenes y periodísticas para representar diversas perspectivas y mostrar que todo el mundo puede encontrar su lugar en una comunidad que trabaja colectivamente para abordar el cambio climático.

    27 de octubre - Financiación de la acción climática: La serie concluirá con debates en torno a las infraestructuras resistentes al cambio climático y la acción climática equitativa.
    Para obtener más información sobre el evento, ver la lista completa de ponentes e inscribirse en las sesiones, pinche aquí.

    La NASA también colabora con la FEMA de otras formas relacionadas con el clima y las ciencias de la Tierra. Antes, durante y después de las catástrofes, el área del programa de catástrofes de la NASA se coordina con la FEMA y otras agencias de respuesta, los responsables de la toma de decisiones y los gobiernos locales para proporcionar datos de observación de la Tierra y resultados de investigación aplicada. Los datos de la NASA informan de las opciones, apoyan las decisiones y guían las acciones para construir comunidades resistentes. El Portal de Cartografía de Desastres de la NASA proporciona datos en tiempo casi real sobre los acontecimientos actuales:

    Con el fin de mejorar el acceso a la información clave, la NASA anunció recientemente su Observatorio del Sistema Terrestre, que diseñará un nuevo conjunto de misiones centradas en la Tierra para proporcionar información clave. Estos datos harán avanzar la comprensión científica del cambiante sistema terrestre y orientarán los esfuerzos relacionados con el cambio climático, la mitigación de desastres, la lucha contra los incendios forestales y la mejora de los procesos agrícolas en tiempo real.

    Los esfuerzos de adaptación y mitigación del clima no pueden tener éxito sin observaciones e investigaciones climáticas sólidas. La NASA cuenta con más de dos docenas de satélites e instrumentos que observan cómo está cambiando nuestro planeta y miden indicadores clave del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, la intensidad de las precipitaciones y la composición de los gases atmosféricos.

    Para más información: https://www.nasa.gov/earth

    Fuente:  Karen Fox / Tylar Greene Headquarters, Washington Editor: Sean Potter

  • Nuevos datos de la NASA arrojan “luz” sobre los modelos climáticos

    4 - 6 minutos

    Imagen de cabecera: En esta foto tomada desde la Estación Espacial Internacional, el Sol naciente proyecta largas sombras sobre el Mar de Filipinas. Crédito: NA

    ¿Has llevado alguna vez una camiseta oscura en un día soleado y has sentido que la ropa se calienta con los rayos del Sol? La mayoría de nosotros sabemos que los colores oscuros absorben la luz solar y los colores claros la reflejan, pero ¿sabías que esto no funciona de la misma manera en las longitudes de onda no visibles del Sol?

    El Sol es la fuente de energía de la Tierra y emite energía en forma de luz solar visible, radiación ultravioleta (longitudes de onda más cortas) y radiación infrarroja cercana, que sentimos como calor (longitudes de onda más largas). La luz visible se refleja en las superficies de color claro, como la nieve y el hielo, mientras que las superficies más oscuras, como los bosques o los océanos, la absorben. Esta reflectividad, llamada albedo, es una de las formas más importantes de regular la temperatura de la Tierra: si la Tierra absorbe más energía de la que refleja, se calienta, y si refleja más de la que absorbe, se enfría.

    El escenario se complica cuando los científicos introducen las demás longitudes de onda. En la parte del espectro correspondiente al infrarrojo cercano, las superficies como el hielo y la nieve no son reflectantes; de hecho, absorben la luz del infrarrojo cercano del mismo modo que una camiseta oscura absorbe la luz visible.

    "La gente cree que la nieve es reflectante. Es tan brillante", dijo Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA en Nueva York y asesor principal de la NASA en materia de clima. "Pero resulta que, en la parte cercana al infrarrojo del espectro, se comporta como casi negro".

    Evidentemente, para que los científicos especializados en el clima obtengan la imagen completa de cómo la energía solar entra y sale del sistema terrestre, necesitan incluir otras longitudes de onda además de la luz visible.

    El balance energético de la Tierra es una imagen del delicado equilibrio entre la energía recibida del Sol y la energía irradiada al espacio. La investigación de los detalles precisos del balance energético de la Tierra es vital para entender cómo puede estar cambiando el clima del planeta, así como las variaciones en la producción de energía solar. Créditos: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

    Ahí es donde entra en juego el sensor de irradiación solar total y espectral (TSIS-1) de la NASA. Desde su posición ventajosa a bordo de la Estación Espacial Internacional, el TSIS-1 mide no sólo la irradiación solar total (energía) que llega a la atmósfera de la Tierra, sino también la cantidad de energía que llega en cada longitud de onda. Esta medición se denomina irradiancia solar espectral, o SSI. El instrumento Spectral Irradiance Monitor (SIM) de TSIS-1, desarrollado por el Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado Boulder, mide la SSI con una precisión superior al 0,2%, es decir, con un margen del 99,8% de los valores reales de la SSI.

    "Con el TSIS-1, tenemos más seguridad en las mediciones de la luz visible y del infrarrojo cercano", dijo el Dr. Xianglei Huang, profesor del departamento de Ciencias e Ingeniería del Clima y del Espacio de la Universidad de Michigan. "La forma de repartir la cantidad de energía en cada longitud de onda tiene repercusiones en el ambiente".

    La composición de esa luz que incide en la Tierra es importante para entender el balance energético de la Tierra. El sensor de irradiación solar total y espectral (TSIS-1) de la NASA mide la energía del Sol en 1.000 longitudes de onda diferentes, incluyendo el visible, el ultravioleta y el infrarrojo, lo que se conoce como irradiación espectral solar. Créditos: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA

    Huang y sus colegas de la Universidad de Michigan, el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y la Universidad de Colorado Boulder utilizaron recientemente los datos de TSIS-1 SSI en un modelo climático global por primera vez. "Varios estudios utilizaron en el pasado diversas entradas de SSI para analizar la sensibilidad de los modelos climáticos"; sin embargo, este estudio fue el primero en investigar cómo los datos nuevos cambiaban la reflexión y absorción modeladas de la energía solar en los polos de la Tierra, dijo Dong Wu, científico del proyecto TSIS-1 en Goddard.

    Descubrieron que, al utilizar los datos nuevos, el modelo mostraba diferencias estadísticamente significativas en la cantidad de energía que el hielo y el agua absorbían y reflejaban, en comparación con el uso de datos solares más antiguos. El equipo aplicó el modelo, denominado Modelo Comunitario del Sistema Terrestre (CESM2), dos veces: una con los datos nuevos del TSIS-1, promediados durante un periodo de 18 meses, y otra con una media más antigua, reconstruida, basada en los datos del Experimento de Radiación Solar y Clima (SORCE) de la NASA.

    El equipo descubrió que los datos del TSIS-1 presentaban más energía en las longitudes de onda de la luz visible y menos en las del infrarrojo cercano en comparación con la reconstrucción más antigua del SORCE. Estas diferencias hicieron que el hielo marino absorbiera menos y reflejara más energía en la ejecución del TSIS-1, por lo que las temperaturas polares eran entre 0,5 y 1,3 grados Fahrenheit más frías, y la cantidad de cobertura de hielo marino en verano era aproximadamente un 2,5% mayor.

    "Queríamos saber cómo se comparan las nuevas observaciones con las utilizadas en estudios de modelos anteriores, y cómo afecta eso a nuestra perspectiva del clima", dijo el autor principal, el Dr. Xianwen Jing, que llevó a cabo esta investigación como becario postdoctoral en el departamento de Ciencias e Ingeniería del Clima y del Espacio de la Universidad de Michigan. "Si hay más energía en la banda visible y menos en la banda del infrarrojo cercano, eso afectará a la cantidad de energía que absorbe la superficie. Esto puede afectar a la forma en que el hielo marino crece o se encoge y al frío que hace en las latitudes altas".

    Esto nos indica que, además de vigilar la irradiación solar total, dijo Huang, también tenemos que vigilar los espectros. Aunque una información más precisa de la SSI no alterará el panorama general del cambio climático, puede ayudar a los modelizadores a simular mejor la forma en que la energía en diferentes longitudes de onda afecta a procesos climáticos como el comportamiento del hielo y la química atmosférica.

    Aunque el clima polar parece diferente con los nuevos datos, todavía hay que dar más pasos antes de que los científicos puedan utilizarlos para predecir el cambio climático futuro, advirtieron los autores. Los próximos pasos del equipo consisten en investigar cómo afectan los datos del TSIS al modelo en latitudes más bajas, así como en continuar las observaciones en el futuro para ver cómo varía el TSIS a lo largo del ciclo solar.

    Aprender más sobre cómo la energía solar interactúa con la superficie y los sistemas de la Tierra -en todas las longitudes de onda- dará a los científicos más y mejor información para modelar el clima presente y futuro. Con la ayuda de TSIS-1 y su sucesor TSIS-2, que se lanzará a bordo de su propia nave espacial en 2023, la NASA está sacando a relucir el equilibrio energético de la Tierra y cómo está cambiando.

     Fuente: Por Jessica Merzdorf Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Greenbelt, Md. Última actualización: 17 de mayo de 2021

  • Según la NASA, la Tierra está atrapando una cantidad de calor "sin precedentes"

    Científicos de la agencia y la NOAA afirman que el "desequilibrio energético" de la Tierra se duplicó aproximadamente entre 2005 y 2019 de forma "alarmante"

     

    The sun rises over a neighborhood in Encinitas, California, amid a heatwave last year.

    El sol sale sobre un vecindario en Encinitas, California, en medio de una ola de calor el año pasado. Fotografía: Mike Blake / Reuters

     

    La Tierra está atrapando casi el doble de calor que en 2005, según una nueva investigación, descrito como un aumento "sin precedentes" en medio de la crisis climática.

    Científicos de la NASA, la agencia espacial de EE. UU., y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), informaron en un nuevo estudio que el "desequilibrio energético de la Tierra aproximadamente se duplicó" entre 2005 y 2019. El aumento se describió como "alarmante".

    El "desequilibrio energético" se refiere a la diferencia entre la cantidad de "energía radiativa" del Sol que es absorbida por la atmósfera y la superficie de la Tierra, en comparación con la cantidad de "radiación infrarroja térmica" que se emite al espacio.

    "Un desequilibrio energético positivo significa que el sistema de la Tierra está ganando energía, lo que hace que el planeta se caliente", dijo la NASA en un comunicado sobre este estudio.

    Los científicos determinaron que había un desequilibrio energético al comparar los datos de los sensores satelitales, que rastrean cuánta energía entra y sale del sistema de la Tierra, y los datos de las boyas oceánicas.

    Este sistema de boyas para recopilación de datos, que se extiende por todo el mundo, permite "una estimación precisa de la velocidad a la que se están calentando los océanos del mundo".

    Debido a que aproximadamente el 90% del exceso de energía del citado desequilibrio termina en el océano, los datos de los sensores satelitales deberían corresponder con los cambios de temperatura en los océanos.

    “Las dos formas muy independientes de ver los cambios en el desequilibrio energético de la Tierra coinciden realmente, y ambas muestran esta tendencia muy grande, lo que nos da mucha confianza en que lo que estamos viendo es un fenómeno real. y no solo algo debido a un error instrumental”, dijo Norman Loeb, autor principal del estudio e investigador de la NASA.

    "Las tendencias que encontramos fueron bastante alarmantes en cierto sentido".

    Los aumentos en las emisiones de gases de efecto invernadero mantienen el calor en la atmósfera de la Tierra, atrapando la radiación que de otro modo se trasladaría al espacio. Este calentamiento provoca otros cambios, incluido el derretimiento del hielo y la nieve. Un aumento en el vapor de agua y cambios en las nubes podrían exacerbar aún más este calentamiento, dijo la NASA.

    El estudio encontró que esta duplicación es el resultado, en parte, de un aumento de los gases de efecto invernadero y del vapor de agua, así como de la disminución de las nubes y el hielo.

    Los investigadores también dijeron que un cambio "que ocurre naturalmente" en el océano Pacífico de una fase fría a una cálida probablemente tuvo un papel importante en la amplificación de este desequilibrio energético.

    "Es probable que sea una mezcla de forzamiento antropogénico y variabilidad interna", dijo Loeb. “Y durante este período, ambos están provocando un calentamiento, lo que conduce a un cambio bastante grande en el desequilibrio energético de la Tierra. La magnitud del aumento no tiene precedentes".

    Loeb dijo, sin embargo, que esta investigación solo proporciona un vistazo en relación con el cambio climático a largo plazo y, según la NASA, que “no es posible predecir con certeza cómo serán las próximas décadas para el equilibrio del presupuesto energético de la Tierra ”.

    El estudio determinó que, a menos que la tasa de absorción de calor disminuya, se deben esperar mayores cambios en el clima.

     

    Publicado el 17 de junio de 2021 en The Guardian por Victoria Bekiempis. Enlace al artículo original: https://bit.ly/3zENNqC

     

  • Una Colisión de Galaxias Crea un "Triángulo Espacial"

    Image Credits: NASA, ESA, STScI

    Una espectacular colisión frontal entre dos galaxias alimentó el inusual frenesí de nacimiento de estrellas de forma triangular, como se captura en una nueva imagen del Telescopio Espacial Hubble de la NASA.

    El dúo de galaxias que interactúan se llama colectivamente Arp 143. El par contiene la galaxia espiral brillante, distorsionada y formadora de estrellas NGC 2445 a la derecha, junto con su compañera menos llamativa, NGC 2444 a la izquierda.

    Los astrónomos sugieren que las galaxias se cruzaron entre sí, lo que encendió la tormenta de fuego de formación estelar de forma única en NGC 2445, donde miles de estrellas cobran vida en el lado derecho de la imagen. Esta galaxia está inundada de nacimiento de estrellas porque es rica en gas, el combustible que produce las estrellas. Sin embargo, aún no ha escapado de las garras gravitatorias de su compañera NGC 2444, que se muestra en el lado izquierdo de la imagen. La pareja está librando un tira y afloja cósmico, que NGC 2444 parece estar ganando. La galaxia ha extraído gas de NGC 2445, formando el extraño triángulo de estrellas recién acuñadas.

    "Las simulaciones muestran que las colisiones frontales entre dos galaxias son una manera de formar anillos de nuevas estrellas", dijo la astrónoma Julianne Dalcanton del Centro de Astrofísica Computacional del Instituto Flatiron en Nueva York y la Universidad de Washington en Seattle. “Por lo tanto, los anillos de formación estelar no son raros. Sin embargo, lo extraño de este sistema es que es un triángulo de formación estelar. Parte de la razón de esa forma es que estas galaxias todavía están muy cerca unas de otras y NGC 2444 todavía se aferra gravitatoriamente a la otra galaxia. NGC 2444 también puede tener un halo de gas caliente invisible que podría ayudar a alejar el gas de NGC 2445 de su núcleo. Así que aún no están completamente libres la una de la otra, y su interacción inusual está distorsionando el anillo en este triángulo”.

    NGC 2444 también es responsable de arrancar hebras de gas parecidas a caramelos de su compañero, avivando las serpentinas de jóvenes estrellas azules que parecen formar un puente entre las dos galaxias.

    Estas serpentinas se encuentran entre las primeras de lo que parece ser una ola de formación estelar que comenzó en las afueras de NGC 2445 y continuó hacia el interior. Los investigadores estiman que las estrellas serpentinas nacieron hace entre 50 y 100 millones de años. Pero estas estrellas infantiles se están quedando atrás a medida que NGC 2445 continúa alejándose lentamente de NGC 2444.

    Las estrellas que no tienen más de 1 millón o 2 millones de años se están formando más cerca del centro de NGC 2445. La aguda nitidez del Hubble revela algunas estrellas individuales. Son las más brillantes y masivas de la galaxia. La mayoría de los grupos azules brillantes son agrupaciones de estrellas. Las manchas rosadas son cúmulos de estrellas jóvenes y gigantes que todavía están envueltas en polvo y gas.

    Aunque la mayor parte de la acción ocurre en NGC 2445, no significa que la otra mitad de la pareja que interactúa haya escapado ilesa. La lucha gravitacional ha estirado a NGC 2444 en una forma extraña. La galaxia contiene estrellas viejas y ningún nacimiento estelar nuevo porque perdió su gas hace mucho tiempo, mucho antes de este encuentro galáctico.

    “Este es un ejemplo cercano del tipo de interacciones que ocurrieron hace mucho tiempo. Es un entorno aislado fantástico para comprender la formación de estrellas y las galaxias que interactúan”, dijo Elena Sabbi del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore, Maryland.

    Fuente:   

  • Una vista en 3D de un río atmosférico a partir de un modelo del sistema terrestre

     

     Vídeo narrado, en inglés, sobre los ríos atmosféricos

     

    Los procesos que tienen lugar en la atmósfera de la Tierra, generados por el calentamiento solar y la rotación de la Tierra, transportan agua y energía por todo el mundo. Las nubes y las precipitaciones que se muestran aquí provienen del reanálisis MERRA-2 de la NASA, una combinación retrospectiva de un modelo meteorológico y observaciones satelitales y convencionales.

    En las latitudes medias, los vientos arrastran las nubes de oeste a este. En los trópicos, los vientos alisios del este convergen a lo largo del ecuador para crear un área con abundante concentración de humedad, nubes, procesos convectivos y precipitación llamada zona de convergencia intertropical, o ITCZ. Las perturbaciones en su flujo transportan inmensas cantidades de humedad y energía desde los trópicos hasta los polos. Los estudios han demostrado que los ríos atmosféricos son responsables de la mayor parte del transporte de vapor de agua hacia los polos.

    La Sociedad Meteorológica Americana define un río atmosférico como "un corredor largo, angosto y transitorio de fuerte transporte horizontal de vapor de agua que generalmente se asocia con una corriente en chorro de bajo nivel por delante del frente frío de un ciclón extratropical". Una medida común de la fuerza de un río atmosférico es el transporte integrado de vapor de agua, o la cantidad de humedad que se mueve de un lugar a otro por el flujo de la atmósfera. El sombreado azul que se muestra aquí ofrece una vista tridimensional del transporte de vapor de agua. La humedad tropical se extrae de la ITCZ ​​y, en este ejemplo, converge con otras fuentes de humedad para formar un río atmosférico. Luego, la perturbación viaja hacia la costa oeste de los Estados Unidos como una subclase de ríos atmosféricos comúnmente conocida como el "expreso de la piña" debido a su origen cerca de Hawai.

    El río atmosférico está guiado por la alta presión subtropical semipermanente frente a la costa de California y la Península de Baja California, así como por la baja de las Aleutianas en el Golfo de Alaska. El gradiente de presión entre el flujo en el sentido de las agujas del reloj del anticiclón de California y el flujo en sentido contrario al de las agujas del reloj de la baja de las Aleutianas canaliza la humedad atmosférica hacia un estrecho corredor. Cuanto más intenso es el gradiente de presión, más fuertes son los vientos que transportan el vapor de agua. Las lluvias extremas también se han asociado con los gradientes más intensos.

    Gran parte de la humedad permanece cerca de la superficie, pero el movimiento ascendente de la baja presión hacia el norte hace que el aire se enfríe, condensando el vapor de agua en líquido. La precipitación sobre el océano cae a lo largo del frente frío de la perturbación en su lado norte.

    Otra forma en que el aire puede ascender y condensarse en forma de precipitación es a través de la elevación orográfica. Cuando el aire se encuentra con las montañas a lo largo de la costa oeste de los Estados Unidos, es forzado hacia arriba. El aire ascendente se satura, lo que hace que caiga lluvia y nieve, particularmente en el lado de barlovento de la montaña. El flujo de aire continúa hacia el este, descargado de su humedad.

    La precipitación que cae de los ríos atmosféricos es importante para el ciclo hidrológico en el oeste de los Estados Unidos. La acumulación invernal de la capa de nieve proporciona valiosos recursos de agua dulce. A pesar de ser beneficiosa en ocasiones, la precipitación atmosférica inducida por los ríos también puede ser destructiva. La ocurrencia de eventos extremos de precipitación atmosférica en los ríos, como el que ocurrió en este ejemplo, puede dar lugar  inundaciones y deslizamientos de tierra generalizados.

    Los ríos atmosféricos no son exclusivos de la costa oeste de América del Norte y ocurren en todo el mundo, incluidos Europa, Nueva Zelanda, Medio Oriente, Groenlandia y la Antártida. El estudio de fenómenos globales como los ríos atmosféricos durante las últimas cuatro décadas es posible gracias al reanálisis MERRA-2 de la NASA, una combinación espacial y temporal consistente de observaciones satelitales y convencionales con un modelo numérico. Con un conjunto de datos que brinda información horaria en todo el mundo desde 1980, todavía se puede aprender mucho sobre la atmósfera de la Tierra y el transporte de agua y energía en todo el mundo.

     

    Versión del vídeo anterior sin narración

    Explicación de gama de los colores de las animaciones: 

    Color de la capa superficial de la tierra. Los datos sobre la superficie de la Tierra se mapean en el orden de las tablas de colores (la nieve en la parte superior y el océano en la parte inferior). Cuando las capas de datos tienen valores muy bajos, esa capa se vuelve transparente y permite ver las capas que se encuentran debajo.

     

    Publicado en la web de la NASA () el 25 de enero de 2022. Animaciones (1) de Greg Shirah. Enlace a la publicación original: https://go.nasa.gov/3p7Lfh2

    (1) Créditos de las animaciones:

    Greg Shirah (NASA/GSFC): Lead Visualizer
    Allison Collow (UMBC): Scientist
    Natalie Thomas (UMBC): Scientist
    Michael Bosilovich (NASA/GSFC): Scientist
    Jefferson Beck (KBRwyle): Lead Producer
    Horace Mitchell (NASA/GSFC): Visualizer
    Cindy Starr (GST): Visualizer
    Kel Elkins (USRA): Visualizer
    LK Ward (KBRwyle): Producer